Me encantan los besos de mi niña Camila. A veces tengo que pedirlos, pero los más lindos son los que ella busca darme. Esta mañana, al dejarla en la escuela, corrió hacia mi, me abrazó la pierna, me dijo: "bye papi" y cuando la miré, extendió sus brazos para que la abrazara... al abrazarla... me dio un beso... como el de la foto de arriba... no en la boca, sino en mi nariz... atrapado con la fuerza de su amor con la cara envuelta en la fragilidad de sus manitos.
Dios es nuestro Creador, pero sobre todo, se convierte en nuestro Padre cuando aceptamos el sacrificio de Su Hijo Jesús... y tal y como un padre terrenal, espera con anhelo de nuestros besos... El beso de un hijo... Un beso que nace de la devoción... de estar tiempo juntos.
Como hijos debemos decidir tener esa devoción... debemos decidir invertir el tiempo de compartir con nuestro Padre Celestial... y a través de ese tiempo, nuestras vidas comienzan a soplar besos de amor a nuestro Padre Celestial... PERO al igual que Camila, hay tres motivaciones por las cuales damos un beso a nuestro Padre celestial... Camila me besa de tres maneras:
1. Cuando quiere algo de mi.
2. Cuando me quiere a mi.
3. Cuando quiere que yo la tenga a ella.
Si analizamos bien el primer tipo de beso, es casi ridículo entender que un beso que se da para recibir algo es saludable, porque en su naturaleza dar algo para "RECIBIR ALGO" a cambio es más bien un intercambio... una transacción... Te doy un beso para que me des "________________"... tu llenas el espacio.
Sin embargo, es muy común escuchar en las Iglesias: "Tenemos que adorar y servir a Dios NO para recibir cosas de Dios, sino para tener a Dios..." Hoy en la mañana Dios me hizo entender que esa tampoco es la motivación porque dar algo para "TENER A ALGUIEN" es manipulación... soborno... prostitución...
Dios me enseñó que quiere un tercer tipo de beso: El beso en el que YO ME ENTREGO a mi Padre Dios... El beso en el que Dios me tiene a mi... Eso es relación y es el punto central de ser cristiano... una relación con Dios a través de Su Hijo y con la dirección de Su Espíritu... Es un beso en el que me entrego de manera voluntaria a Dios para que El haga lo que quiera hacer... que siempre será amarme y llevarme a ser mejor. Un beso como el que nos dio al crearnos:
"Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente."
La forma gramatical que el escritor de Génesis usa en el original, describe la acción de Dios "soplar en la nariz" como la acción que se toma para dar un beso... Un Beso que Da Vida.
Cada vez que hagas algo para o por Dios, recuerda que mandas un beso a tu Padre... nos toca a nosotros evaluar nuestro corazón para ver qué tipo de beso es... Tratemos que siempre sea un beso que dé vida... tal y como EL nos dio vida a nosotros antes de que pudiéramos darle nada a cambio... ¿Te atreves a darle hoy tu vida en un beso?
JUST SAYING!!!
Pastor D
David Pimentel
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