miércoles, 5 de octubre de 2011

Jesús Top Model

Otro de los temas que mi prima Indira Vargas me compartió es el siguiente: Un Jesús más Musculoso para ganar más Adeptos para el Cristianismo.

Mi marco de ministerio es la divina y completa revelación de Dios que es Su Palabra, la Biblia. De ahí parto diciendo que es una violación directa al segundo mandamiento:

"4 No hagan ídolos ni imágenes de nada que esté en el cielo, en la tierra o en lo profundo del mar. 5 No se arrodillen ante ellos ni hagan cultos en su honor. Yo soy el Dios de Israel, y soy un Dios celoso. Yo castigo a los hijos, nietos y bisnietos de quienes me odian, 6 pero trato con bondad a todos los descendientes de los que me aman y cumplen mis mandamientos." (Éxodo 20:4-6 - TLA)

Pero, sin restar importancia a la Biblia ni proponer que podemos actuar fuera de ella, examinemos nuestros corazones para ver qué encontramos. Siempre hemos querido dar un rostro a Jesús y esa imagen ha sido tema de discusión desde siempre. Todos conocemos al Jesús de pelo ondulado, rubio y largo, con ojos claros. En el peor de los casos, hay uno que otro actor a quien tuvieron que desrizarle el pelo para adaptarlo a esa imagen Hollywoodense.

Las imágenes en este artículo no me sorprenden porque ya las había visto en Internet, pero nunca pensé que formaban parte de una campaña que intente hacer a Jesús "más atractivo" de modo que atraiga más adeptos. Me surgen varias preguntas: ¿Quién nos metió en la cabeza que es la imagen de Jesús la que debe atraernos y no su forma de vivir? ¿Quién nos dijo que el Reino de los Cielos se rige de la misma manera que esta tierra? ¿Quién divorció la imagen física de Jesús del lugar geográfico donde nació? O mejor dicho, ¿Porqué la imagen de Jesús que hemos aceptado no tiene nada que ver con los rasgos físicos de otras personas que vienen de su mismo lugar de nacimiento? Les dejo un pasaje para que lo piensen:

1 Isaías dijo: ¡Nadie ha creído a nuestro mensaje! ¡Nadie ha visto el poder de Dios! 2 El fiel servidor creció como raíz tierna en tierra seca. No había en él belleza ni majestad alguna; su aspecto no era atractivo ni deseable. 3 Todos lo despreciaban y rechazaban. Fue un hombre que sufrió el dolor y experimentó mucho sufrimiento. Todos evitábamos mirarlo; lo despreciamos y no lo tuvimos en cuenta. 4 »A pesar de todo esto, él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores. Nosotros pensamos que Dios lo había herido y humillado. 5 Pero él fue herido por nuestras rebeliones, fue golpeado por nuestras maldades; él sufrió en nuestro lugar, y gracias a sus heridas recibimos la paz y fuimos sanados. (Isaías 53:1-5 - TLA)

En todo caso, lo que más me preocupa es que estamos metiendo a Jesús al gimnasio para que suba unas libritas, saque los cuadritos, levante el pecho, anche la espalda y los brazos, con tal de atraer a esta generación dañada y sufrida por estar precisamente orientada a lo meramente visual. ¿Cuál es el resultado de la sobrevaluación de lo visual? Bulimia, anorexia, vestimenta inmoral... todo intentando alcanzar la imagen que se nos vende por televisión y cine. Por otra parte ha generado un grupo de personas que se niega y que entonces entra al otro extremo de la no valoración del cuerpo humano, haciéndose perforaciones, tatuajes y alteraciones corporales que rayan en lo extravagante. Nada en contra del que quiere ser flaco, andar limpiecito todo el tiempo, del que tiene tatuajes o aretes, sólo que si hacemos una obervación sincera principalmente de nuestros jóvenes, tenemos que llegar a la conclusión de que definitivamente el tema de cómo nos vemos importa, pero no es realmente lo primordial.

Con todo esto del "Jesús Bonito y Corpulento", lo que veo es otra manera en que los seres humanos queremos domesticar y personalizar a Dios de manera que se ajuste a lo que queremos. O sea, Dios creó el cielo, la tierra y todo lo que existe, incluyéndonos a nosotros, pero modificamos lo que no nos gusta de El, con tal de que Dios (Creador) se ajuste a nosotros (creación).

Casualmente buscamos que Jesús se convierta en nuestro modelo, pero no para que nos modele lo que hace a Jesús ser Jesús, sino que nosotros modelamos para Jesús y es El quien tiene que entrar en el proceso de adaptación con tal de ser aceptado. Es como si Dios y Jesús tuvieran baja autoestima y para que la creación los ame, tienen que adecuarse a cada tontería que se nos ocurre.

Me pregunto qué habrá sucedido con la integridad, amabilidad, confianza, mansedumbre, devoción a Dios por la oración y estudio de su Palabra, justicia, bondad, buenos modales, unidad, compañerismo... cualidades que no tienen nada que ver con lo externo, visual y pasajero, pero con lo interno, silente y eterno.

  • Queremos que Jesús nos modele un pecho inflado y fuerte, pero no que nos modele el buen corazón que hay detrás.
  • Queremos que Jesús nos modele brazos fuertes para llenar camisas, pero no que nos modele brazos dispuestos para servir, abrazar, cargar.
  • Queremos que Jesús nos modele piernas fuertes que hagan lucir los pantalones, pero no que nos modele piernas que se mueven al trabajo y al servicio... piernas que sostengan no sólo un cuerpo, sino un hogar, una familia, un propósito, un llamado.
  • Queremos que Jesús nos modele ojos de colores celestes, pero no que nos modele ojos que se fijen en el interior de las personas, ni en las cosas que Dios ve.
  • Queremos que Jesús nos modele una barba bien cuidada, pero no que nos modele cómo cuidar nuestra alma más que los aspectos externos.

Finalmente, queremos que Jesús nos modele una cabellera larga y con highlights, sin embargo no queremos que nos modele la cabeza que durante 30 años se educó en la Palabra de Dios, para luego poder usarla en las situaciones más difíciles de su vida... y mucho menos queremos que Jesús nos modele una cabeza sujeta con una corona de espinas que representa sacrificio y entrega. El mal de lo visual y externo está arropando aún a los que profesamos ser seguidores de Jesús.

Una vez un hombre le preguntó a un Pastor: "¿Porqué las personas en la Iglesia se vuelven juzgativas, indiferentes a las necesidades y prepotentes?" El pastor se acercó a una pecera que tenía en la casa y metió la mano para sacar una de las gravas de colores en el fondo de la pecera y le dijo: "¿Ves cómo esta grava se ve húmeda y ha cambiado de color por el tiempo que tiene dentro de la pecera?", a lo que el hombre respondió que si. El Pastor tiró la grava al piso y la rompió y por dentro esta estaba seca. El Pastor le dijo: "Hay personas que cambian su apariencia por estar mucho tiempo dentro de la Iglesia, pero al verlos por dentro, su estilo de vida, su corazón, realmente la Iglesia nunca ha entrado a ellos".

Seamos parte de la generación que cambie la manera de ver las cosas y que lo visual y externo, se convierta en lo que es: "Algo decorativo de lo que hay dentro" y que Jesús sea el TOP MODEL, pero de lo que debe estar dentro de nosotros.

JUST SAYING!!!

Dios te bendiga,

Pastor D
David Pimentel

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