Entonces dijo David al Filisteo: “Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado.
En más de una ocasión te verás tentado a enfrentar tus gigantes confiando en lo que tienes en la mano. Podrías tener dinero para psicólogos, buenos amigos, relaciones, cosas, belleza, fuerza de voluntad, bondad... igual que los Filisteos, podrías tener un ejército que respalde tus intentos y un gran comandante (Goliat) que dirija tus esfuerzos.
David "solo" tenía una honda ("tirapiedras" para los dominicanos) y unas piedrecitas cuidadosamente elegidas a la orilla del arroyo. Al momento del enfrentamiento, ambos sacan las armas con las que pelearán... Goliat abrió su gran boca... David abrió un gran corazón lleno de fe y amor por Dios... "Tu vienes con.... PERO yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR".
¿Quién está comandando tus batallas? ¿Qué tienes en las manos al enfrentar tus gigantes? ¿Armas? ¿Piedras? ¿Con qué enfrentas las situaciones de la vida? Si David hubiera realmente confiado en su tirapiedras, hubiera estado en problemas, pero al haber confiado en el SEÑOR Dios, una simple piedrecita fue suficiente porque la fuerza de Dios se perfeccionó en la debilidad de David.
Para finalizar debo decirte algo, David no hizo una oración desesperada para conseguir un milagro de microondas... Lo que sucedió en ese valle fue el resultado de una vida junto a Dios.
¿Tienes un gigante al frente? La gracia de Dios se perfecciona en tu debilidad. ¿Estás en tiempo de "paz"? Acércate más a Dios para su poder se haga más fuerte en ti y el milagro sea mayor.
¿A quién tienes de tu lado? ¿Piedrecitas del arroyo o la Roca inmovible que es Dios?
JUST SAYING!!!
Pastor D
David Pimentel
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