martes, 13 de septiembre de 2011

A César lo del César. A Dios lo de Dios


Hay mucha diferencia entre ser una persona temerosa, amante y devota de Dios, que busca serle fiel en todo, y un religioso que vive en mediocridad e intolerancia, presumiéndose celoso y defensor de las cosas de Dios.

En uno de esos días en que los fariseos pensaron haber desarrollado el plan perfecto para tenderle una trampa a Jesús, nuevamente, con gracia y una sabiduría fuera de este mundo, Jesús demuestra que es posible tener a Dios en el primer lugar y caminar de manera sabia en un mundo corrupto.

Debido a que en el tema religioso, Jesús era impecable, extremista y poderoso, los fariseos deciden provocar a Jesús para que diga algo política y socialmente incorrecto. La historia es como sigue:

15Un día, los fariseos se reunieron y decidieron ponerle una trampa a Jesús, para hacer que dijera algo malo. 16Mandaron a algunos de sus seguidores, junto con unos partidarios del rey Herodes, para que dijeran a Jesús: —Maestro, sabemos que siempre dices la verdad. Tú le enseñas a la gente que debe obedecer a Dios en todo. No te importa lo que digan los demás acerca de tus enseñanzas, porque tú no hablas para quedar bien con ellos. 17Dinos ahora qué opinas: ¿Está bien que le paguemos impuestos al emperador de Roma, o no? 18Pero como Jesús conocía las malas intenciones que tenían, les dijo: —¡Hipócritas! ¿Por qué quieren ponerme una trampa? 19Muéstrenme una de las monedas que se usan para pagar el impuesto. Entonces le trajeron una moneda de plata, 20y Jesús les preguntó:—¿De quién es la imagen que está en la moneda? ¿De quién es el nombre que tiene escrito? 21Ellos contestaron: —Del emperador romano, el César. Jesús les dijo:—Pues denle al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. 22Los fariseos quedaron asombrados al escuchar la respuesta, y se fueron. (Mateo 22:15-22 - TLA)

Debo confesar que éste es un tema sumamente delicado, ya que emitir juicios determinantes o actitudes absolutas, puede llevarnos al error.

Jesús hace que los fariseos hagan un charco de saliva al dejarlos con la boca abierta con su respuesta. Los fariseos alabaron de manera hipócrita a Jesús en el aspecto religioso, pero quisieron escuchar la posición política de Jesús y le hicieron una pregunta bastante clara y directa. Jesús, lo primero que hace es que pone al descubierto la verdadera intención de la pregunta: "¿Por qué quieren ponerme una trampa?" y luego pone en perspectiva las cosas: "A César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".

En estas declaraciones tenemos todo lo que necesitamos para enfrentar las presiones sociales que enfrentamos en la actualidad. Leyes que apoyan situaciones que atentan contra nuestra fe y leyes que eliminan la presencia o inclusión de cualquier aspecto religioso en la vida cotidiana.

Vivimos en una sociedad que les da preservativos a los adolescentes en vez de motivarlos a la abstinencia. No apoya totalmente el aborto, pero al tener en frente a una joven embarazada, se le hace la pregunta de si quiere tener el bebé. Cuando un adolescente comete un delito buscan al padre, pero si la adolescente llega embarazada, el hospital está obligado a mantener confidencialidad y secreto si la adolescente lo pide. Un ministro, a pesar de no estar de acuerdo con la unión homosexual, debe aceptar unirlos en matrimonio si quiere ser un ministro reconocido por el estado. La lista continúa.

¿Cómo puede una persona que profesa la fe cristiana y reconoce la Biblia como Palabra de Dios y como el fundamento de su vida vivir en esta sociedad siendo "fiel al César y fiel a Dios"?

Creo que la respuesta de Jesús nos da una idea bastante clara. Lo primero es que hay un plan detrás de todo lo que vemos. Es un plan de nuestro enemigo para ridiculizar y llevar a extremos a los cristianos que tienen el firme deseo de ser ciudadanos que aporten y hagan mejor su comunidad. Nuestro enemigo es llamado "el príncipe de éste mundo".

19Sabemos que somos hijos de Dios, y que el mundo entero está bajo el control del maligno. (1 Juan 5:19 - NVI)

De la misma manera que con Jesús, hay un plan cuyo objetivo es hacer lucir al evangelio anti-social, anti-político y sin sentido común. Lo peor del caso, es que el espíritu religioso llega a estos extremos y buscando ser más santo de la cuenta, convierte a las personas en enajenados que al parecer cuando leyeron: "Ustedes son la sal de la tierra", ellos sólo oyeron: "Sal de la tierra" y tomaron un cohete a Plutón.

Jesús nos llama a no ser superficiales y a indagar la verdad detrás de la verdad. No a ver demonios hasta en la sopa, pero a tener el discernimiento necesario para escoger nuestras palabras, afinar nuestras acciones y vivir con sabiduría nuestros días.

Lo primero es que hay un plan que trata de poner en ridículo a Dios y sus seguidores. Lo segundo es que debemos tener la sabiduría para poner las cosas en perspectiva.

Jesús toma una moneda en sus manos y pregunta de quién es la cara en la moneda. La pregunta que debemos hacernos en cada situación es: ¿Qué cara esta impresa en la moneda que se nos ofrece? ¿Es una medida, acción, petición que tiene la cara de Dios impregnada o es tiene una clara impresión con otra cara?

Jesús no era un anti-social, ni anti-roma, ni anti-César. Lo según, Jesús era un anti-Diablo y cualquier cosa que le olía a una manifestación de su presencia o dominio, Jesús lo exponía.

Dios ha permitido que el hombre establezca órdenes sociales basados en la autoridad. En la Biblia leemos: "oren por sus líderes y las personas en eminencia" (1 Ti 2:1,-2), esto nos deja saber que: primero, Dios reconoce y permite las autoridades posición de autoridad, y segundo, éstas personas no están en posiciones simples y relajadas.

Jesús se sometía a las autoridades del momento. Sólo que si iban en oposición contra su Padre, Jesús se opondría. Tampoco Jesús andaba diciendo que no a todo, sino que estuvo donde le necesitó la gente y donde Dios quería que estuviera.

Hoy en nuestros días, imitemos a Jesús. Seamos entes sociales productivos. Busquemos la verdad detrás de la verdad, sin hacernos locos y ausentes. La fe es la moneda del cielo, pero te pregunto: ¿De quién es la cara impresa en tus acciones: La Tuya o la de Dios?

JUST SAYING!!!

Dios te bendiga,

Pastor D
David Pimentel
davidforgiven@gmail.com
@davidjustsaying

4 comments:

Yamelly dijo...

ouch!!!! .. De quién es la cara impresa en tus acciones: La Tuya o la de Dios? ...muy bueno!!!

Pastor D: David Pimentel dijo...

Gracias flaca. Gloria a Dios... Bendiciones.

Yngrid (lalinda) dijo...

Tienes razón, confieso que me resulta muy difícil la mayoría de las veces discernir y ver cual es la cara de Dios en las situaciones de la vida diaria, pero pido a Jesús que me permita poder ver la verdad detrás de la mentira.
Muy bueno el artículo.

Pastor D: David Pimentel dijo...

Yngrid!!!! que bueno que leíste... Es la hija de Dinorah ¿verdad?

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