martes, 15 de abril de 2014

Mareo Espiritual

Como muchos sabrán, mi esposa Yokasta y yo estamos embarazados... Ella con Zoé y yo con comida... pero ese es otro Just Saying... Jajajaja...

Ayer mientras yo hacía compra en el supermercado, mi esposa estaba bañando a nuestra hija Camila y la preparaba para dormir... Al llegar a la casa, yo haría la cena. En un momento, mi esposa se estiró para ayudar a Camila a levantarse y sintió como una puñalada en su pecho una presión... era un espasmo que la hacía sentir que su corazón se detenía... Continuó preparando a la niña y al terminar se quedó sola en el baño para ducharse y ver si se sentía mejor, pero no fue así... La cabeza se le puso ligera, su piel se estremecía con escalofríos, su corazón acelerado, sus coyunturas débiles... náuseas... su vista nublada e intermitente.

Ella escuchó la puerta cuando llegué y de inmediato me envió un texto pidiéndome que subiera... Estaba pálida... Sin fuerzas... Le di un masaje y le ayudé a hacer estiramientos con sus brazos... Nada calmaba el dolor... Aquel dolor punzante en su pecho... Lágrimas comenzaron a salir involuntariamente... Desesperación... Incertidumbre... Contracciones de parto... Después de un rato se sintió un poco mejor... En definitiva, no haber comido el día completo le había hecho daño.

Me pregunto cómo algunos cristianos pueden caminar por la vida sin comer... y cuando me refiero a comer hablo de leer la Palabra de Dios que es nuestro alimento espiritual... Dando pasos, tomando decisiones, librando batallas con simples picaceras espirituales que nos sirven algunos cantantes en estrofas que escuchamos o en algún mensaje, durante los minutos que podemos prestarle atención a quien nos predica.

Con el tiempo, hay un dolor punzante que se mete en lo más profundo de tu pecho y llega hasta tu corazón... Con el tiempo comienzas a sentirte débil y buscas en otros lugares fortaleza para continuar... La cabeza se te pone ligera y cualquier idea puede tener sentido, cualquier pensamiento tiene poder, cualquier hábito es permisible... Tu piel comienza a estremecerse con sensaciones extrañas y cualquier emoción es capaz de sacarte de tus casillas... El camino se te hace pesado porque tus coyunturas están débiles... No puedes con tu propio peso, mucho menos con el peso de quien está a tu lado... Náuseas queriendo devolver lo poco que te queda dentro de lo que has recibido. Finalmente, tu vista se nubla y tu visibilidad es limitada... De pronto, "no siento a Dios", "no veo a Dios", "Dios no me habla"... El interés se está yendo... Tienes un mareo espiritual.

Nunca dejes de leer el libro de la Ley; estúdialo de día y de noche, y ponlo en práctica, para que tengas éxito en todo lo que hagas.

Aquí la palabra "nunca" viene del vocablo "nunca" que quiere decir "nunca"...

El mareo de mi esposa se quitó con masajes y estiramientos, pero sobre todo con un plato de yuca con salamí guisado en salsa de tomates con picadillo de pimientos, tomates uva, ajo y cebolla, con un toque de vinagre, sal y azúcar... Fíjate que dije que se le quitó el mareo... Algunos de los síntomas continúan y por eso hoy le dí un desayuno fuerte.

El mareo espiritual se quita con leer la Biblia... Comenzarás a recuperarte y sentirte mejor... pero tendrás que darle tiempo hasta que lo que lees te llegue al corazón y lo sane.

0 comments:

Publicar un comentario