martes, 19 de marzo de 2013

Sólo Confía... Dios Sabe

Nunca olvidaré la primera vez que Camila entró a una piscina de adultos a sus 4 meses. Estaba incómoda y se me apretaba del cuello como si fuese a morir. Al ver su rostro podías notar que no entendía cómo estar ahí dentro podía ser divertido para todos los demás. Estaba molesta y siendo sincero, no creo que haya disfrutado para nada su primera vez en una piscina.

Ahora Camila salta, nada, se hunde... ME hunde... La piscina es su lugar favorito. No le tiene miedo y ahora es la primera entrar y la última en salir, pero si mi esposa Yokasta y yo nos hubiésemos dejado llevar de su temor a lo desconocido, Camila nunca hubiera aprendido a disfrutar como lo hace ahora cuando va a una piscina.

Si somos sinceros, podemos confesar que en una buena cantidad de nuestras "indecisiones", tenemos cierta guía de cual es la mejor decisión de parte de Dios, a través de amigos, a través de una lectura, a través de la historia de algún amigo, pero realmente preferimos desobedecer y terminar haciendo lo que nos place.

Algo similar le sucedió a Ananías en la Biblia, cuando Dios le pide y se encuentre con Saulo de Tarso, que era el nombre del Apóstol Pablo antes de conocer a Jesús... y... pues, Saulo perseguía cristianos, los capturaba, los torturaba y finalmente los mataba. Por eso, A Ananías no le gustó mucho la misión de tener que ir donde el ahora llamado Pablo.

Hechos 9:13-15 (NBLH)

"13 Pero Ananías respondió: “Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a Tus santos en Jerusalén, 14 y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan Tu nombre.” 15 Pero el Señor le dijo: “Ve, porque él es Mi instrumento escogido, para llevar Mi nombre en presencia de los Gentiles, de los reyes y de los Israelitas..."


Gracias a Dios Ananías obedeció a Dios porque al obedecer y acercarse a Pablo, Dios lo usó, no sólo para devolverle la vista a Saulo, sino para devolverle la vista a el Apóstol Pablo, quien escribiría más de la mitad de nuestro Nuevo Testamento en la Biblia. Sólo imaginen lo que habría pasado si Ananías no hubiera obedecido... imaginen si Ananías hubiera "sentido de Dios" algo diferente... Quizás Dios no hubiera permitido que Pablo se quedara ciego y se perdiera, pero Ananías se hubiera perdido de ser parte de una de las Historias de Redención más bellas... "La Biblia". En ocasiones, nosotros nos auto-sacamos de la historia de Dios, por decidir hacer cosas, que no necesariamente sean malas, pero no son las necesarias de hacer.

Muchas veces no entendemos las cosas que Dios nos está mandando a hacer. Vemos cómo las situaciones nos encaminan a una decisión, o una mudanza, o una rotura, o una transición que nos da miedo, e inmediatamente le preguntamos a Dios: ¿En serio quieres que haga esto? Te digo de todo corazón, hazlo. Confirma en oración, pide consejo de personas que estén más avanzadas en el caminar con Jesús... pero, POR FAVOR, no te niegues a obedecer a Dios... podrías estar sacándote de la historia de Redención de Dios.

JUST SAYING!!!

Pastor D
David Pimentel
www.thejustsaying.com

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