miércoles, 27 de marzo de 2013

El Dolor

Mi hija Camila tiene múltiples alergias y después de varios sustos, está completamente controlada. Nos queda el amargo recuerdo de una ocasión donde le dieron que ella no podía comer. En cuestión de segundos estaba hinchada, vomitando y no podía respirar. Debí haber violentado más de 20 leyes de tránsito ese día, sobre todo cuando escuchamos a la beba decirnos: "Quiere respirar... papito... Quiere respirar... mamitah..." Estaba tan mal que quería que le pusieran la pompa que la ayuda a controlar su asma.

Llegamos al hospital y nos dijeron que estuvo al punto de morir. Cuando recibió la inyección, Camila lloró y luego cambió su rostro en tranquilidad y la alegría que la caracteriza. Al retirarnos del hospital, después de 12 horas, la despedida de Camila para la enfermera fue: "Bye, doctora. Gracias por el EpiPen." El EpiPen es la inyección de emergencia contra las alergias.

Camila entendió ese día que hay que experimentar cierto dolor en la vida para alcanzar cosas mayores como recuperar la estabilidad de la salud, valorar lo que tenemos, ser cuidadosos, aprendió que hay alimentos que no puede comer, ahora sabe cuáles alimentos debe rechazar y que debe traernos todo lo que le den para nuestra supervisión. Pero además aprendió otra cosa.

Cuando yo estoy cepillando mis dientes, la lengua es un problema. Simplemente no puedo cepillar mi lengua sin sentir náuseas y mientras más rápido tengo que salir, las náuseas son incontrolables. Un día, Camila vino corriendo porque el sonido evolucionó en vómitos. No me estaba sintiendo bien del estómago y el cepillado produjo su resultado. Camila me preguntó si estaba bien, me pasó su manito por la espalda, oró por mi y me trajo agua de la habitación.

Camila aprendió que el dolor que experimentamos es la mayor escuela para identificar las necesidades de los demás y nos capacita para servir. Nuestras experiencias han sido la escuela de servicio que necesitamos para vivir una vida de servicio.

Jesús hizo lo mismo por nosotros. Jesús no aceptó el título de Pastor antes de venir a pastorear, sentir el dolor, pasar por lo que pasamos. Por eso, Jesús entiende todo por lo que pasamos, porque El fue probado en todo, pero sin pecado.

Esta semana es la coronación de ese tiempo donde Jesús demostró Su amor por nosotros y el nivel de compromiso que asumió con nosotros. El nos ama y quiere ser para nosotros nuestro ayudador y sustentador.

3 Fue despreciado y desechado de los hombres, Varón de dolores y experimentado en aflicciónY como uno de quien los hombres esconden el rostro, Fue despreciado, y no Lo estimamos. 4 Ciertamente El llevó nuestras enfermedadesY cargó con nuestros dolores. Con todo, nosotros Lo tuvimos por azotado, Por herido de Dios y afligido. 5 Pero El fue herido (traspasado) por nuestras transgresiones, Molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, Y por Sus heridas (llagas) hemos sido sanados.

JUST SAYING!!!

Pastor D
David Pimentel

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