61 El Señor se volvió y miró a Pedro. Entonces Pedro recordó la palabra del Señor, de cómo le había dicho: “Antes que el gallo cante hoy, Me negarás tres veces.” 62 Y saliendo fuera, lloró amargamente.
¿Cuántas veces nos hemos sentido mal como Pedro? No solamente porque hemos hecho lo malo, sino además porque fuimos descubiertos. ¿Cuántas veces hemos llorado amargamente por vergüenza, dolor, impotencia frente a nuestra maldad? ¿Cuántas veces hemos sentido como si Jesús clavara la mirada en nosotros después de nuestra última caída? ¿Cuántas veces hemos sentido como si Jesús nos mirara fijamente moviendo su cabeza negativa y lentamente?
Creo que la mirada de Jesús no fue un "te lo dije", sino un "hablamos luego". No fue un "viste que yo tenía razón. Eres malo.", sino un "durante la vida fallarás vez tras vez, pero yo nunca te fallaré".
Lo interesante de esto, es que Jesús había predicho la caída de Pedro, lo había pre-perdonado y lo había pre-comisionado:
31 “Simón, Simón (Pedro), mira que Satanás los ha reclamado a ustedes para zarandearlos como a trigo;32 pero Yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos.”
¿Cuál fue la respuesta de Pedro? "Yo nunca...", "Yo siempre..." ¿No se parecen a nuestras respuestas a Jesús? Respuestas bien intencionadas, pero ingenuas y emocionales. No está mal el deseo de "no fallar", pero si está mal pensar que en nuestras fuerzas podemos mantenernos. Por eso Jesús le dice y voy a parafrasear: "Vas a pecar, pero he orado por ti para que no dejes de confiar en mi. Cuando caigas, REGRESA y sigue haciendo lo que estabas haciendo."
¿Cuántos de nosotros nos hemos perdido en el REGRESAR? Regresar al trono de la gracia. Regresar al Jesús de la cruz. Regresar a nuestro Padre. Regresar a nuestro hermano mayor. Regresar a casa. Regresar al perdón y ser restaurados por el Espíritu de Dios.
Yo se que es difícil sentarse en la playa y escuchar a Jesús haciendo tres veces la misma pregunta: "¿Me amas?":
Jesús le dijo por tercera vez: “Simón, hijo de Juan, ¿Me quieres?” Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: “¿Me quieres?” Y Le respondió: “Señor, Tú lo sabes todo; Tú sabes que Te quiero.” “Apacienta Mis ovejas,” le dijo Jesús.
No es fácil que Jesús nos enfrente y nos recuerde que hemos fallado, pero que lindo que al instante en que hemos sido transformados por el perdón y la gracia, Jesús nos recuerda: "Apacienta mis ovejas"... "Sigue adelante...", "No desmayes...", "No mires atrás más que para enmendar, pero no te quedes allá...", "Aún hay trabajo para los fracasados...", "Todos fracasan, pero yo me mantengo fiel...", "Regresa a casa...", "El último strike lo determino yo..."
Sé que hoy es el día de la mujer, pero creo que no hay mejor regalo que pueda darle a las mujeres y hombres, que recordarles que "No es el último strike..." Jesús sigue en el negocio de restaurar vidas y perdonar a los "Pedros y Pedras" que andamos tropezando en este mundo. Sé que muchos necesitan oír esto para agarrar fuerzas y regresar a sus Iglesias este fin de semana.
No se ha terminado hasta que no haya llegado el fin. Si no ha llegado el fin, es porque Dios no ha terminado contigo...
JUST SAYING!!!
Pastor D
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