Todo estaba listo. Teníamos las botas, abrigos y el deslizador. El sábado comenzó a nevar y a ponerse todo blanco... todo estaba saliendo de acuerdo a lo planeado... hasta que... un pronóstico... además de nevar, el domingo estaría lloviendo lo que haría deslizarnos y hacer un muñeco de nieve imposible...
El domingo temprano me levanté para limpiar la nieve de nuestro carro y ayudar a las mujeres a limpiar sus carros... Mi hija Camila y mi esposa Yokasta se estaban desayunando, hasta que en un momento le dije a mi esposa: "Corre, cámbiense y vamos a jugar afuera..." Yokasta se puso de pie y se prepararon para salir.
Yo estuve limpiando desde las 9 de la mañana y, más tarde, cuando salieron Yokasta y Camila, jugamos hasta las 4 de la tarde... No llovió... ¿Te imaginas lo frustrante que hubiera sido para Camila no haber salido a jugar porque iba a llover y que finalmente no lloviera? ¿Te imaginas lo tonto que nos hubiéramos sentido de detener tanta diversión por un pronóstico? Siempre tomamos los pronósticos y de hecho ayer tomamos precauciones, pero nos lanzamos y... bueno... yo la pasé de maravilla... Hoy siento dolores en músculos que no sabía que tenía en el cuerpo, pero no cambio ni un segundo de la diversión de ayer.
¿Sabes cuál es tu pronóstico? ¿Te has puesto ha pensar cuántas cosas hemos dejado de hacer por "algo" que pudiera pasar? Ayer me di cuenta de cuán tonto es esto...
Aún cuando nos sentimos totalmente preparados, totalmente equipados, totalmente capacitados, con toda la información necesaria a nuestra disposición... sólo tenemos un 50 Porciento de "éxito" a nuestro favor... NUNCA estaremos 100 Porciento preparados para nada, simplemente porque no lo sabemos todo... No importa quién o cómo o dónde o con quién o cuándo... sólo contamos con 50 Porciento... Aún los que confiamos en Dios, contamos con 50 Porciento porque no sabemos con plena certeza cuáles son los planes de Dios...
En mi matrimonio, como esposo, sólo cuento con 50 Porciento de influencia en lo que pueda suceder en mi relación, porque hay un 50 Porciento que le toca a mi esposa. Como padre, tengo un 50 Porciento porque el 50 por ciento restante, es de mi hijo.
Hoy me levanté con una nueva perspectiva... Con una nueva filosofía... Voy a aprovechar y accionar con base a mi 50 Porciento y confiaré en Dios con el 50 Porciento restante... que en realidad es un 100 Porciento para Dios...
Con mi 50 Porciento + el 100 Porciento, tengo un 150 Porciento... y eso es más que suficiente...
5 Pon tu vida en sus manos, confía plenamente en Él, y Él actuará en tu favor; 6 así todos verán con claridad que tú eres justo y recto.
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