Cuenta una historia real de un afamado director de cine llamado Robert, que estaba haciendo audiciones para encontrar a su próximo protagonista. Actor tras actor... todavía había algo que faltaba. De pronto, un muchacho llamado Jack, interrumpe la audición para hacer entrega de un paquete. Al llamarle la atención, el joven Jack sonrió, pidió disculpas y se marchó. El director se puso de pie y mandó a buscar al muchacho, y dijo: "Ese muchacho tiene una sonrisa que vale 1 millón de dólares".
El joven fue traído al director y se le ofrecieron $11,000 dólares por su participación en la película. No estaba mal para aquel joven divorciado y padre de una niña pequeña, sin embargo, el joven preguntó: "¿Podrían ser $11,500? Es que tengo que pagar la manutención atrasada de mi hija." A lo que el director respondió: "Que sean $12,500". El joven no lo podía creer. Su corazón vibraba de agradecimiento, ya que muchas veces había tratado de lograr el protagónico en una película, no habiendo alcanzado más que breves papeles secundarios.
La fama de Jack, el joven actor fue aumentando, mientras que Robert, el director fue perdiendo fama y sus películas ya no eran las mejores, pero el joven actor nunca olvidó a su amigo, ni lo que una vez Robert hizo por el.
En medio de su desgracia, el director sufrió una hospitalización por su delicado estado de salud. Una noche, el joven actor, ya no tan joven, pero si con bastante fama, se apareció con 20 cajas de pizzas y las repartió con el personal del hospital para que le permitieran estar allí con su amigo. Allí estaba Jack el súper famoso actor, compartiendo pizza en un hospital con un grupo de personas, sólo para que lo dejarán pasar la noche con su amigo Robert... el viejo director.
En lo adelante, Robert, el director desapareció del medio artístico cayendo en una situación económica muy mala, teniendo que vender su mansión, la cual tenía un valor emocional incalculable para el. Jack, el agradecido actor se enteró y luego de negociaciones con el nuevo dueño de la mansión, logró recuperarla y entregarla a su amigo. Jack había volado a Europa para conversar con el ocupado millonario, quien sólo le concedió 15 minutos mientras se afeitaba. 15 minutos fueron suficientes y de rodillas en un baño, el ahora millonario Jack el actor, rogaba que se le vendiese la mansión de su amigo Robert.
Finalmente, en una premiación Jack era nominado nuevamente como mejor actor. Agradecido, recordó a Robert le pidió que lo acompañara. Robert no quería... ya nadie me recordara... ya no soy famoso. Jack lo convenció y caminaron juntos a recibir el premio y durante la cena después de la premiación, caminó y saludó a cada persona en el salón junto a Robert restableciendo relaciones para el y contando la historia de su sonrisa. Esa noche Jack Nicholson (el hombre de la sonrisa de 1 millón de Dólares) mostró su infinito agradecimiento al director Robert Evans, quien le dio una oportunidad. Robert se restableció y hasta hoy sigue haciendo películas. La gratitud es el lazo principal en su amistad.
Si somos lo suficientemente honestos, nos daremos cuenta de que nos debemos a todas las personas que nos han rodeado al transcurrir de los años. No es como pensamos... como si todo lo mereciéramos. La realidad es que hoy eres famoso y te va bien... mañana no... y es la vida de gratitud la que sella tus pasos con relaciones valiosas. La gratitud asegura el estado de tu corazón frente a Dios y le hace saber si eres digno de recibir más, para extender gracia a los que te rodean. La gratitud y generosidad son los termómetros más fuertes del estado de tu corazón.
La Biblia narra una historia similar a la de Jack Nicholson. Una mujer, nuevamente se tira a los pies de Jesús... No viene de frente, a pesar de que es su amiga... viene en humillación, y no a pedir perdón... sólo a dar gracias. No era una ceremonia, no era una entrega de premios... Sólo una cena de amigos.
Nueva Versión Internacional (NVI)
"1 Seis días antes de la Pascua llegó Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien Jesús había resucitado.2 Allí se dio una cena en honor de Jesús. Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él.3 María tomó entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume."
La Biblia no nos dice, cuál de las 3 Marías era esa. Unos dicen que era la hermana de Lázaro el recién resucitado, yo pienso lo mismo, pero no hay que buscar un milagro en tu vida para ser agradecido con Dios, porque el simple hecho de estar vivo... es un milagro.
Aprendamos y vivamos hoy siendo agradecidos. María derramó el perfume porque era mucho mayor el agradecimiento que sentía hacia Jesús, que el costo de cualquier perfume. No limites hagas el cálculo para que tu agradecimiento "pague" el bien recibido... La Biblia dice: "Donde sobreabundó el pecado, sobreabundó la gracia"... y tu y yo sabemos que tenemos más pecados, que cosas agradables.
Atrévete en ésta celebración de "Thanksgiving" a no quejarte, sino a celebrar las cosas que hace tiempo no celebras. Atrévete a dar gracias por lo que tenemos y compartir la alegría de estar vivos. Con esa actitud, ungirás a Jesús como Rey de tu vida y de todos los que lo rodean. Estoy seguro de que más de uno olerá el perfume de tu agradecimiento y se unirán con alegría a tu fiesta dando gracias a Dios por ti.
Llenemos los lugares con la fragancia de nuestra gratitud. No hay mejor perfume que el de un corazón agradecido.
Feliz Día de Acción de Gracias, NO día del pavo... si fuera día del pavo, no nos lo comiéramos... LOL.
JUST SAYING!!!
Dios te bendiga,
Pastor D
David Pimentel
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