jueves, 19 de enero de 2012

¿No oyes que te estoy hablando?


En el concurso por el iPod que hice en mi blog, uno de los temas fue el siguiente: "¿Es malo o pecado que un creyente escuchar música secular?". Les doy un ejemplo.

Hace un par de meses, mi cuñado Benjamín salió del Templo hacia la cocina de la Iglesia. Camila mi hija, aprovechó la puerta abierta y salió corriendo detrás de el. Benjamín comenzó a caminar hacia el Templo nuevamente y Camila comenzó a llamar su atención llamándolo. Benjamín se hizo el sordo las primeras veces y Camila le dijo con actitud: "¿No oyes que te estoy hablando?".

Esa frase y actitud, Camila sólo la estaba reproduciendo de Yokasta y yo. Al oír tantas veces la misma frase, cuando tuvo la oportunidad, la usó... y con todo y actitud.

Entonces, ¿Qué tiene que ver esto con la reflexión de hoy? ¿Es o no es pecado que el creyente escuche música del mundo?

Creo que no es un asunto de pecado o no pecado. Es un asunto de sustitución. Los seres humanos aprendemos repitiendo lo que vemos, oímos, etc... entonces, a mayor estímulo negativo, tendremos mayor inclinación a reproducir actos negativos... lo opuesto es también cierto.

Yo soy un vivo testimonio. Yo soy bohemio, músico frustrado y muy romántico... entonces, para alimentar mis preferencias... no escuchaba los Salmos, sino que escuchaba música secular con el corte de mi preferencia... de hecho, elegía la música de acuerdo a mi ánimo. ¿Qué sucedía conmigo? ¿Era o no era cristiano? ¿Tenía pesadillas y apariciones demoníacas? NO... Era un cristiano que invertía el tiempo mal y llenaba mi tanque emocional, psicológico e intelectual con... canciones de amargue.

Ninguna decía malas palabras ni me empujaban a actos inmorales... al menos no directamente... y ese es precisamente el problema. Si me sentía triste, buscaba música triste... ¿Qué pasaba? Me ponía peor... porque de eso me estaba alimentando... lo cómico es que cuando estaba contento, no ponía música.

Les repito: No es un asunto de ser pecado o no ser pecado, sino de sustituir. Es un asunto de ser edificante o no ser edificante.

Probablemente los he defraudado con mi reflexión de hoy, pero los dejo con un verso de la Biblia:

Josué 1:8
Traducción en lenguaje actual (TLA)

"Nunca dejes de leer el libro de la Ley; estúdialo de día y de noche, y ponlo en práctica, para que tengas éxito en todo lo que hagas."


No se trata de ser o no ser pecado. No se trata de lo que escuchas. Se trata de lo que dejas de escuchar o dejas de leer o dejas de meditar. El problema de hacer algo tan sutil como escuchar música secular, es que sutilmente te roba el tiempo de escuchar la Palabra de Dios en canciones cristianas que edifiquen tu espíritu o que te motiven o que te animen a ser mejor.

La música está diseñada para que nos la aprendamos, pero sobre todo las letras... de pronto te oirás repitiéndolas y antes de que lo pienses podrías estar creyéndolas y hasta practicándolas. Poco a poco apartarás el libro de la Ley de Dios y iniciarás un proceso de enfriamiento sutil pero seguro. Te lo dice la voz de la experiencia. Pronto Dios tendrá que gritarte con actitud: ¿No oyes que te estoy hablando?

El que quiera seguir abundando, lea: "Cristianos Escuchando Música Secular" por Blake Simpson. Se los recomiendo.

JUST SAYING!!!

Dios te bendiga,


Pastor D
David Pimentel

3 comments:

Indira Vargas dijo...

Muy buen post!!!! Por cierto me encanta el nuevo banner. :)

Iris dijo...

Esta excelente! totalmente de acuerdo! Me encanto! Q sigan compartiendo con nosotros estas maravillosas reflexiones de vida pastores! :)

Pastor D: David Pimentel dijo...

Gracias Indira. A mi también me encantó el banner... Yo lo hice... LOL

Iris: La bendición es nuestra. Un abrazo.

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