Nos dirigíamos a la Iglesia una mañana nublada cuando mi vista fue atraída por la manera en que levemente los rayos del sol atravesaban la oscuridad. Rápido vino a mi mente un pasaje:
"La luz alumbra en la oscuridad, ¡y nada puede destruirla!"
Me hizo pensar en la oscuridad emocional que atravieso por la muerte de mi padre. Me hizo pensar en como Dios desliza suavemente sus bendiciones entre las nubes de la decepción y el dolor. Me hizo pensar en como atraviesa la lluvia de lágrimas para depositar solaz en medio de nuestras tormentas.
Eso fue lo que hizo Jesús. En medio de la nube oscura del pecado depositó un destello de luz en la jovencita María, y en medio del ruido de los truenos, coló el gorjeo de un bebé. En medio de luchas y guerras, depositó esperanza y paz.
Pero indefectiblemente, aquella hermosa imagen me hizo pensar en otro pasaje:
14 »Ustedes son como una luz que ilumina a todos. Son como una ciudad construida en la parte más alta de un cerro y que todos pueden ver. 15 Nadie enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón. Todo lo contrario: la pone en un lugar alto para que alumbre a todos los que están en la casa.16 De la misma manera, la conducta de ustedes debe ser como una luz que ilumine y muestre cómo se obedece a Dios. Hagan buenas acciones. Así los demás las verán y alabarán a Dios, el Padre de ustedes que está en el cielo.
Tu y yo somos luz... o estamos llamados a ser... Tu y yo, estamos llamados a colarnos entre la maldad con buenas acciones, con verdad, con amor, con justicia, con esperanza, con paz... Mira que la luz no pelea con las tinieblas... La luz sólo es... y al ser... al hacer lo que está llamada a hacer, disipa las tinieblas... Se deja sentir... alumbra lo malo, pero además resalta lo bueno...
Que Dios nos ayude a ser luz... tal y como Jesús fue y ha sido luz desde el inicio donde quiera que llega.
JUST SAYING!!!
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