Un niño le pregunta a su padre:
HIJO: Papi, ¿Cuánto ganas en tu trabajo?
PADRE: ¿Porqué preguntas?
HIJO: Curiosidad.
PADRE: Como US$20 por hora.
HIJO: OK.
Pasaron unas semanas y el niño se acerca al padre con un billete de US$20 y le dice:
HIJO: Como siempre estás trabajando, reuní esto esto para ti. Te compro una hora de tu tiempo para que juegues conmigo.
Hace unos días Camila me invitó a su cuarto a jugar muñecas y al ver mi "después" me dijo: Ven, te voy a dar US$100... Me imagino que me pagó tanto porque en su escuela están contando hasta el número 100...
Es muy fácil ordenar flores o comprar regalos por Internet. Incluso podríamos tener la dicha de que alguien compre los regalos que queremos entregar... pero muchas veces, de hecho casi todas, olvidamod que el regalo de nuestra atención y presencia sólo lo podemos dar nosotros... El regalo de estar contigo sólo puedes concederlo tu.
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito (único), para que todo aquél que cree en El, no se pierda, sino que tenga vida eterna."
El regalo más grande y bello jamás hecho por amor, fue la misma presencia de Dios entre nosotros para ofrecernos perdón y reconciliación.
El mayor acto de amor y regalo de parte de nuestro Creador fue hacerse como uno de nosotros, compartiendo con nosotros, llorando con nosotros, sanándonos, limpiándonos... Viviendo la vida que nunca podremos vivir para evitarnos la muerte que debemos morir.
¿Qué tal si hoy, ADEMAS de cualquier regalo, regalas tu atención, tu tiempo, tu presencia, tu voz, tu mirada a tus amigos y las personas a quienes amas? ¿Qué tal si hoy levantamos nuestra mirada del teléfono y tocamos el alma de alguien con un "buenos días" envuelto en una sonrisa?
¿Qué tal si hoy tu mejor regalo eres tu?
JUST SAYING!!!
Pastor D
David Pimentel
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