lunes, 25 de febrero de 2013

Música por Dentro

Mateo 26:20-25 (NBLH)
"20 Al atardecer, estaba Jesús sentado a la mesa con los doce discípulos. 21 Y mientras comían, dijo: “En verdad les digo que uno de ustedes Me entregará.” 22 Ellos, profundamente entristecidos, comenzaron a decir uno por uno: “¿Acaso soy yo, Señor?” 23 El respondió: “El que metió la mano al mismo tiempo que Yo en el plato, ése Me entregará. 24 El Hijo del Hombre se va, según está escrito de El; pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido.” 25 Judas, el que Lo iba a entregar, dijo: “¿Acaso soy yo, Rabí (Maestro)?” “Tú lo has dicho,”le contestó Jesús."

Sólo puedo imaginar las caras de los OTROS discípulos. Puedo imaginar a Pedro queriendo ponerse de pie y propinarle una golpiza histórica a ese traidor. Podría hasta ver a Juan secreteando a Jesús maneras en que hubieran podido librarlo del apresamiento. Felipe y Tomás hubieran estado de acuerdo con Juan, porque con esas pruebas, tendrían más que suficiente para someterlo a la justicia. Mateo hubiera ofrecido fondos, todavía le quedaba algo de dinerito de los impuestos. Todos hubieran estado de acuerdo y si hubiera habido un discípulo dominicano, hubiera dicho: "Judas tenías su Música por Dentro"...

Me pregunto, o ¿Todos tenemos nuestra música por dentro? ¿Será que es más fácil ponernos de pie junto al que cayó y resaltar sus faltas? ¿Será que me conviene que el pecado de otro salga a la luz para que el mío esté un poquito de tiempo más oculto? 

Por cierto, no defiendo a Judas... es sólo que no lo juzgo... tan malo fue Judas que lo entregó, como Pedro que lo negó, como Tomás que dudó, como Felipe que ni estuvo en las últimas horas de Jesús, como Juan que se durmió en vez de orar. Y ese es mi punto... Todos tenemos "Música por Dentro".

Somos expertos en esconder la música de nuestra arrogancia, egoísmo, mentiras, dolor... pero somos prontos para señalar cualquier sonidito en la vida del otro... y Jesús sabe eso, y por eso es que quizás más adelante... sólo unos versículos más adelante en el mismo capítulo le dice a Pedro: "el próximo eres tu... me vas a negar".

Podríamos engañar a todos alrededor, pero a Dios nunca lo engañaremos. Entonces, ¿Porqué mejor no mantener las cosas en la luz? ¿Porqué no ser transparentes con Dios y permitir que El nos libere de la prisión de la auto-justificación y el juzgar a los demás? ¿Porqué no decirle hoy... lo que ya EL sabe y ponernos a cuentas con Dios? ¿Porqué continuar con la pesadez de nuestra Música por Dentro si Jesús murió por nosotros aún conociendo lo desafinados que estamos por dentro? 

A la medida que seamos sinceros con nosotros mismos, el trabajo que Dios quiere con nosotros... y a la vez, reconocer que mi prójimo... a quien debo amar... no es más malo que yo... es sólo que a el le descubrieron su pecado y aún el nuestro, no lo ha sido... Que nadie es mejor ni peor, pero que SI podemos ser mejores en conjunto al aceptarnos, ayudarnos y caminar juntos hacia la cruz... la cruz que armoniza el amor de Dios con la triste melodía de nuestros errores, convirtiendo en una sinfonía que ya no debe ni puede ser oculta porque todos deben oír el canto de los Redimidos.

Hoy reconcíliate contigo mismo. Reconoce que hay mucho que afinar y luego sal a reconciliarte con otros... Ese es el evangelio.

"...y por medio de El (Jesús) reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de El..."

JUST SAYING!!!

Pastor D
David Pimentel

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