Me encanta el azúcar... o sea, el dulce... De hecho, mientras disfruto de cualquier comida, pienso en qué voy a comer de postre... y es que el azúcar es el combustible del cerebro, una vez ingerida, hasta el simple sabor en nuestro paladar, provoca bienestar y placer... una vez digerida, es enviada al cerebro para dar energía a millones de células... el problema radica en la cantidad que ingerimos... y es que nuestro cuerpo puede desarrollar patrones adictivos al azúcar persiguiendo esa "felicidad" momentánea...
Es bastante similar a como nos han vendido que se vive la vida... "Persigue tu sueño"... "Vive al Máximo"... Frases muy ciertas y que comparto, pero son frases que pueden convertirse en conflicto con nuestro cerebro que persigue siempre el bienestar, cuando la vida nos presenta un momento no muy dulce... la realidad es que en la vida nos topamos con momentos de sabores diferentes...
Hoy le preparaba un chocolate a mi esposa Yokasta y no lo sentía suficientemente dulce... después de ponerle azúcar un par de veces, recordé la "Pizca de Sal"... la puse en la taza y lo mezclé... Eso era lo que necesitaba... Y es que una pizca de sal en algo dulce, eleva la presencia del azúcar haciendo el sabor más placentero... Además, es en medio de los contrastes de sabor que vemos como se eleva la presencia de un ingrediente específico...
Muchas veces la vida nos da esa "Pizca de Sal" en forma de abuso, maltrato, infidelidad, traición, mentira... y alguien, de quien no lo esperas, deposita en ti esa "Pizca de Sal". El consejo global es amargarse creando una sensación putrefacta en nuestro corazón. Sin embargo, en todos los lugares en la Biblia que Jesús se refirió a sus Discípulos, lo hizo en metáforas que reflejaban contraste... "Luz en un cajón"... "Ovejas entre lobos"... "entre serpientes... sean como palomas"... De hecho, la misma vida de Jesús fue un gran contraste... El hijo de Dios siendo crucificado... El hijo de Dios muerto...Nada menos dulce que morir... Ninguna Pizca de Sal más molesta que ser asesinado...
Les digo estas cosas para que estén unidos a mí y así sean felices de verdad. Pero tengan valor: yo he vencido a los poderes que gobiernan este mundo.
La sal eleva el sabor... y no sólo eso... la sal conserva los alimentos... y además la sal es desinfectante... Los problemas son pizcas de sal en el plato de nuestra vida... Podemos amargarnos porque no todo es tan dulce como quisiéramos o podemos dejar que la sal haga su trabajo... Nos conserve, nos desinfecte y eleve nuestro sabor... ¿Quieres ser feliz? No huyas de los problemas, deja que ellos te hagan mejor...
JUST SAYING!!!
Pastor D: David Pimentel
Teaching and Vision Pastor
The Church: Christian Movement
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