No hay una manera total y específicamente clara de explicarles que amo los zapatos deportivos Converse© Clásicos... Por cierto, la foto no es de mi colección, pero estoy abierto a aportes para hacer crecer mi colección así... Jajaja. Les digo de mi encanto con esos zapatos porque hace poco, mi esposa Yokasta me regaló unos de esos zapatos, pero con un modelo diferente a los que ven en la imagen arriba... Están lindísimos, son cómodos... Me encantan también... pero no son el modelo clásico... al punto que dos de los músicos de la banda de mi esposa me dijere: "Y esos tenis"...
El asunto es que un día me senté con los zapatos en las manos y me dije: "No soy una persona religiosa, pero estoy siendo religioso con los zapatos..." Me estaba dejando atar por un estilo específico de zapatos... olvidando que en invierno debo usar botas para no partirme en 4 de una caída... además de que estos zapatos es como sólo tener medias... el frío pasa igualito... Entonces me dije: "Hoy no..."
Y es mi invitación para todos hoy... Hagamos un inventario de las cosas que permitimos que nos controlen y nos aten.. y digamos "Hoy no..."
- Me encanta Facebook, pero "Hoy no..."
- Me encanta hablar por teléfono, pero "Hoy no..."
- Me encanta ver televisión, pero "Hoy no..."
- Me encanta comer postre, pero "Hoy no..."
- Me encanta ver la novela, pero "Hoy no..."
- Me encanta mandar textos aunque esté en el trabajo, pero "Hoy no..."
- Me encanta ________________, pero "Hoy no..."
Llena el espacio... Te lo recomiendo... Es saludable. Si algo que tienes no puedes dejarlo de hacer, entonces esa cosa te tiene a ti... El corazón humano está creado para adorar a Dios... y nuestro problema es que somos expertos en endiosar cualquier cosa.
6 Aunque Cristo siempre fue igual a Dios, no insistió en esa igualdad. 7 Al contrario, renunció a esa igualdad, y se hizo igual a nosotros, haciéndose esclavo de todos. 8 Como hombre, se humilló a sí mismo y obedeció a Dios hasta la muerte: ¡murió clavado en una cruz! 9 Por eso Dios le otorgó el más alto privilegio, y le dio el más importante de todos los nombres, 10 para que ante él se arrodillen todos los que están en el cielo, y los que están en la tierra, y los que están debajo de la tierra; 11 para que todos reconozcan que Jesucristo es el Señor y den gloria a Dios el Padre.
Por amor, Jesús no consideró nada de lo que poseía... o mejor dicho, consideró casi todo como nada, con tal de tenernos...
¿De qué nos estamos perdiendo por aferrarte a algunas cosas? ¿Qué dejas de agarrar por tener los puños cerrados llenos de cosas? ¿Qué estás dejando de conocer por aferrarte a lo conocido?
Hoy rompe tu religiosidad y prueba... conócete libre... en Jesús hay mucho más de lo que tienes... suelta o más bien, haz que lo que te ata te suelte y deja que Jesús te ate con sus cuerdas de amor, gracia y misericordia... Dios nos hizo libres. No nos atemos nosotros mismos.
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