jueves, 25 de abril de 2013

No Tengo que Orar por Eso

Hace unas semanas mi esposa Yokasta y yo tuvimos una reunión con un Pastor líder cristiano muy influyente sobre nuestro proyecto de la plantación de una nueva Iglesia en Boston para ser pastoreada por mi esposa y un servidor. Después de mostrarle parte del trabajo que hemos realizado en Nueva Inglaterra en los 7 años que hemos estado aquí, nos felicitó y elogió nuestro don de crear algo desde la nada. Para terminar, concluimos unos detalles y pusimos en agenda un par de reuniones futuras. Al despedirnos de el le pedí: "Por favor, ayúdenos a orar para que Dios nos confirme Su voluntad." Su respuesta nunca la olvidaré: "No tengo que orar por eso. SÉ que es la voluntad de Dios que nuevas Iglesias inicien. Cuánto más una comunidad hispana bilingüe, centrada en el Evangelio y comprometida con su comunidad."

Me parece que en más de una ocasión los cristianos espiritualizamos nuestra falta de compromiso y diligencia, diciendo: "Tengo que orar" y frente a grandes necesidades procedemos a la oración para dilatar el cumplimiento más que para presentarnos dispuestos a hacer lo que Dios nos está llamando a hacer.

No hablo sólo de plantaciones de nuevas Iglesias. Hablo de involucrarnos activamente en el mejoramiento de nuestra ciudad. Hablo de formar parte de una institución que me permita canalizar las bendiciones que Dios y compartirlas con los olvidados... Ojalá y esa institución fuera nuestra Iglesia. Hablo de comprar un chocolate y un sandwich extra para compartirlo con alguien en la calle. Hablo de ayudar a nuestras esposas a limpiar en la casa. Hablo de ser amorosos con nuestros hijos. Hablo de HACER lo que sabemos que TENEMOS que HACER.

Mira que interesante:
13 Uno de la multitud Le dijo: “Maestro, dile a mi hermano que divida la herencia conmigo.” 14 “¡Hombre!” le dijo Jesús,“¿Quién Me ha puesto por juez o árbitro sobre ustedes?”

Jesús deja entredicho: "Ustedes saben lo que tienen que hacer. Tienen leyes de cómo deben dividir las herencias." En pocas palabras, para eso no hay que orar o pedir la intervención de Dios. Puedes orar para que Dios maneje en paz en el proceso, pero para que el proceso inicie, sólo tienes que iniciarlo.

Mi llamado hoy para todos nosotros es: Dejemos de orar tanto y comencemos a hacer algo. En la Biblia hay bastantes cosas que Jesús y los Apóstoles nos mandan a hacer... Por Dios, hagámoslas...

Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.

Cuando más nos parecemos a Dios es cuando el amor que profesamos se convierte en acciones a favor de la creación de Dios.

JUST SAYING!!!

Pastor D
David Pimentel

2 comments:

Anónimo dijo...

No creo que debamos dejar de "orar tanto". Hacer las obras nos manda Dios, pero también dice "1 tesalonicenses 5:17 Orad sin cesar".
jpterero@yahoo.com

Pastor D: David Pimentel dijo...

Hermano, creo que debe leer la reflexión de nuevo. NUNCA dije que dejen de orar, de hecho, si revisa mis reflexiones verá que más de una vez incentivo a que las personas oren... Obviamente no me conoce.

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