Esta es una sociedad que sabe acerca de correr. De hecho, quien más rápido corre tiene los mejores beneficios, trabajos, parejas, etc. Elogiamos a las personas que corren sin parar aún cuando no se vea saludable o cuando no veamos con claridad hacia dónde se dirigen.
En los años 90 hubo una película muy extraña que cautivó casi a todos... Se llamó "Forrest Gump". Es la extraña historia de un joven de poca inteligencia que logra estar en los momentos más importantes de los 50 y 70, sin siquiera darse cuenta o darle importancia... Todo por perseguir al amor de su vida.
Hay una escena bien interesante donde Forrest es atacado por unos estudiantes y Jenny, el amor de su vida le dice: "Run Forrest, Run!!!" (Corre Forrest, corre)... El muchacho corre por 3 años, 2 meses, 14 días y 16 horas. Corre sin rumbo... Sabe de qué quiere alejarse, pero no sabe a qué se acerca. Corre de las malas memorias, pero no sabe adónde lo llevará esa carrera.
Todos corremos y, lamentablemente, muchos corren como Forrest... Alejándose de cosas, pero no sabiendo a qué quieren acercarse. Corren del pasado, pero no hacia un futuro, sino hacia un presente menos malo. ¿Dónde corres?
En la Biblia tenemos un caso de alguien que corrió a temprana edad y aprendió dónde es que debemos correr:
3... y Samuel estaba acostado en el templo del Señor donde estaba el arca de Dios, 4 que el Señor llamó a Samuel, y él respondió: “Aquí estoy.” 5 Entonces corrió a Elí y le dijo: “Aquí estoy, pues me llamaste.” Pero Elí le respondió: “Yo no he llamado, vuelve a acostarte.” Y él fue y se acostó.
En un momento confuso, el joven Samuel corrió donde Elí, su líder espiritual y Sacerdote elegido por Dios para su tiempo. Por esto, Samuel recibió la dirección correcta para su carrera.
La pregunta no es si corres. La pregunta es ¿Dónde corres? ¿Dónde corres cuando estás confuso? ¿A un amigo? ¿A una computadora? ¿Quién recibe tus preguntas más profundas? ¿Es un líder espiritual o un líder de vicios? Si la respuesta no es Dios, entonces te encontrarás como Forrest Gump quien dijo luego de haber corrido tanto: "Estoy cansado... Voy a regresar a casa"... Estuvo corriendo todo ese tiempo alejándose del lugar dónde quiso estar en realidad... En casa... Junto a su madre y el amor de su vida, Jenny.
¿Dónde corres hoy? ¿Qué tal si corremos juntos hacia Dios? ¿Qué tal si le contamos nuestras confusiones, tristeza, debilidades y porqué no, nuestros éxitos? ¿Qué tal si volvemos a casa?
La vida es dura... No sigas corriendo solo. Te aseguro que si cambias de rumbo hoy, no sólo correras tanto como Forrest, sino que correrás eternamente.
31 Pero los que esperan en el Señor
Renovarán sus fuerzas.
Se remontarán con alas como las águilas,
Correrán y no se cansarán,
Caminarán y no se fatigarán.
JUST SAYING!!!
Pastor D
David Pimentel
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