Todos en algún momento hemos soñado despiertos... Fijamos los ojos en un punto... Desconectamos la visión de nuestros ojos de la realidad y la conectamos con el rincón secreto en nuestros cerebro donde guardamos nuestros sueños... Por un segundo, despreciamos lo disponible para conectarnos con lo deseado. No es que está del todo mal... Después de todo... ¿Quién no lo ha hecho alguna vez?
Una jovencita se desconecta mentalmente de su novio y por un momento se imagina casada, con un par de hijos preciosos, una bella casa... de pronto despierta frente al grito grosero característico de su novio...
Un joven llega a una prestigiosa empresa, sale de su carro último modelo, saluda a sus empleados, entra a su oficina y enciende su computador, mientras levanta la acostumbrada tasa de café... cuando es sacudido por el grito de un pasajero en el bus de transporte público que comparte con otros y mira su reloj para notar que... una vez más estará tarde y que otra vez le llamarán la atención.
Se ve un hombre en la Sala Principal del Teatro de mayor prestigio de la ciudad... Es un tremendo actor, conmueve a la sala con su increíble talento... de pronto sale una mujer con una voz impresionante... dulzura, fuerza, tristeza, alegría... no se había visto tanto talento... hasta que de pronto ambos se miran esperando para entrar al casting de una obra de segunda en un Teatro desconocido... no se conocen, pero comparten el mismo escenario en el país de su sueño...
Todos lo hemos vivido... Por un momento te permites visitar tu sueño... por un momento... pero de pronto el sueño colapsa con la realidad y lo deseado se opaca con lo disponible... En ese rincón de los sueños hay diseñadores de moda, cantantes, Pastores, modelos, músicos, decoradores, maestros, escritores, arquitectos, doctores... la lista es más larga de lo que imaginamos... ¿Qué es lo que deseas? ¿Cuál es tu sueño? Ahora mira tu realidad... ¿Parece increíble? ¿Parece imposible?
En los tiempos de Jesús también sucedía algo parecido:
Una jovencita se desconecta mentalmente de su novio y por un momento se imagina casada, con un par de hijos preciosos, una bella casa... de pronto despierta frente al grito grosero característico de su novio...
Un joven llega a una prestigiosa empresa, sale de su carro último modelo, saluda a sus empleados, entra a su oficina y enciende su computador, mientras levanta la acostumbrada tasa de café... cuando es sacudido por el grito de un pasajero en el bus de transporte público que comparte con otros y mira su reloj para notar que... una vez más estará tarde y que otra vez le llamarán la atención.
Se ve un hombre en la Sala Principal del Teatro de mayor prestigio de la ciudad... Es un tremendo actor, conmueve a la sala con su increíble talento... de pronto sale una mujer con una voz impresionante... dulzura, fuerza, tristeza, alegría... no se había visto tanto talento... hasta que de pronto ambos se miran esperando para entrar al casting de una obra de segunda en un Teatro desconocido... no se conocen, pero comparten el mismo escenario en el país de su sueño...
Todos lo hemos vivido... Por un momento te permites visitar tu sueño... por un momento... pero de pronto el sueño colapsa con la realidad y lo deseado se opaca con lo disponible... En ese rincón de los sueños hay diseñadores de moda, cantantes, Pastores, modelos, músicos, decoradores, maestros, escritores, arquitectos, doctores... la lista es más larga de lo que imaginamos... ¿Qué es lo que deseas? ¿Cuál es tu sueño? Ahora mira tu realidad... ¿Parece increíble? ¿Parece imposible?
En los tiempos de Jesús también sucedía algo parecido:
Lucas 3:15 (TLA)Todos se admiraban y querían saber si Juan era el Mesías que esperaban.
Los judíos esperaban al Mesías libertador político que reinaría destruyendo la opresión de los Romanos... a esa imagen se iba su mente cuando soñaban... Sería fuerte, dominante, hacedor de maravillas... ¿Qué les pasó? Lo que nos pasa a muchos de nosotros... Nos enfocamos demasiado en lo que deseamos y no podemos disfrutar ni tomar beneficio de lo disponible. Los judíos simplemente no pudieron... y algunos todavía no pueden conciliar su imagen del Mesías deseado con el Jesús disponible.
Hoy le hablo a los soñadores... de los cuales yo soy el primero. Soñar es buenos... desear es bueno... pero no al punto en que despreciemos la realidad. Dios ama tus sueños, pero El tiene una mejor manera de hacer las cosas... y SIEMPRE usa el ahora... lo disponible...
Puedes pensar que para mi es fácil decirlo, pero no lo es... Yo también tengo mis sueños y mis deseos generalmente eclipsados por mi realidad o mi ahora, pero mantengo la fe en que si Dios tiene esos planes conmigo El los completará y me mantengo sabiendo que Dios usará lo que está disponible para hacer lo que El quiere conmigo... por eso no me doy el lujo de cerrar posibles vías...
Quiero motivarte a que mantengas las vías abiertas porque si abrazamos lo disponible con esperanza de lo deseado, podríamos recibir lo deseado por haber estado disponibles... tal y como Jesús, no siendo el deseado, pero si el disponible, transformó la vida de muchos que se mantuvieron disponibles aún sacrificando lo deseado.
JUST SAYING!!!
Dios te bendiga,
Pastor D
David Pimentel
2 comments:
me encanto la reflección y la picture esta bien funny :)
Uuuuufff!!!! Me mataste!!!!!
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