Cada vez que llegamos a la casa encuentro correspondencia no deseada en la puerta... de hecho, la mayor cantidad de la correspondencia que recibimos es no deseada... El problema es mayor cuando estamos fuera de la casa por un par de días porque la cantidad de correspondencia no deseada es mucho mayor. Por esto, cada día tengo que revisar la correspondencia que dejan en mi casa y desechar lo que no me interesa.
¿Qué tipo de correspondencia estamos recibiendo? No en la casa, pero en nuestra vida... El buzón de nuestra vida está abierto y disponible para todos... Algunos traerán buenos deseos, felicidad, risas, compañerismo, oración, pero es inevitable que otros traigan odio, celos, quejas, mal humor, malas palabras...
Todos pueden dejar correspondencia en nuestra puerta, pero es nuestra responsabilidad lo que haces con esos paquetes... Es decisión nuestra dejar entrar o no estos paquetes en nuestra casa... Recibiremos correspondencia deseada y correspondencia NO deseada... Es nuestra responsabilidad depurar lo que dejamos entrar en nuestras vidas y es necesario depurar diariamente nuestro corazón para no cargar con basura innecesaria, pero a la vez no desechar algo importante, necesario y preciado...
Hace más de dos mil años, un paquete nos fue enviado... Su nombre es perdón y su mensajero Jesús...
9 “Hoy ha venido la salvación a esta casa,” le dijo Jesús, “ya que él también es hijo de Abraham; 10 porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.”
Jesús fue enviado por nuestro Padre celestial como nuestro Salvador y todos los que le recibimos, gozamos del perdón y gracia de nuestro Dios.
¿Qué vas a hacer con ese paquete que espera por ti a la puerta de tu corazón? ¿Ya lo recibiste? Conviértete en un mensajero y llévalo a otros hogares.
JUST SAYING!!!
Pastor D
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