viernes, 1 de julio de 2011

Lo Peor

La señora sobreviviente de cáncer le dice a su esposo enfermo de Alzheimer: "Mi amor, que bello estás. Ya te rasuré, te bañé, te vestí y te perfumé. Tu eres un Rey. La verdad que no te puedes quejar. Yo sí que te amo."

El esposo responde: "Sí mi amor. Tu si que eres una buena hija."

¿Qué es lo peor? Una deuda, una enfermedad, un examen no aprobado, no tener el vestido perfecto... ¿Qué es lo peor?

La historia es real. Esta señora me da ánimo y bofetadas con su actitud. Ella me dijo: “Como siempre estoy feliz, el enemigo me dio esta prueba, pero si el cree que voy a dejar de sonreir y alabar a Dios, se equivoco. Cada vez amo más a mi viejito aunque esté enfermo. El que me curó de cáncer lo puede curar a el también." Su vida desafía el mundo y cada vez que ella despierta y pone sus pies en el piso para ponerse de pie, el mismo infierno tiembla.

¿Qué es lo peor? Nuestra insatisfacción esteriliza el milagro de la provisión divina. El milagro de la simplicidad. Lo que siempre sucede. Lo que ya creemos que nos lo merecemos. Nos hacemos arrogantes y creidos. Perdemos el don de el asombro, aquel que los niños usan tanto.

¿Qué es lo peor? Lo peor siempre será lo que me pase a mi... Así lo creemos. Sin embargo, he aprendido que la acumulación de bienes y hasta bendiciones, puede hacernos como el mar muerto: Un recipiente que pudre y mata por no ser canal de bendición, sino pudrición de providencia.

Al pensar en Doña María, la señora de la historia, mi corazón se regocija y se preocupa. Me alegra saber que hay corazones que vibran por la simple razón de que Dios los salvó, pero a la vez me preocupo porque percibo que la preparación de nuestro corazón es el desprendimiento. Son los débiles, menesterosos y carentes, los que disfrutan a plenitud el amor de Dios. 

¿Qué es lo peor?

“Pero Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos. También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse.” (Mateo 1:27-29 - NVI)

Me declaro avergonzado de mi inhabilidad de desprenderme de bendiciones materiales para abrazar las bendiciones eternas... Las que tienen que ver con mi corazón, alma y mente. 

Los don nadie, son los elegidos:
  • Las viudas que dan la última moneda. 
  • Los Pedros que abandonan su barca. 
  • Las prostitutas que abandonan el pecado por amor al maestro. 
  • Las samaritanas evangelistas por conocer a la fuente de agua viva. 
  • Los carpinteros que vienen de Belén, como Jesús. 

Es muy fácil ser un héroe de la fe dentro de la Iglesia. Es muy fácil predicar protegido por un púlpito en una Iglesia que hace todo tal y como me gusta, pero que difífil es predicar cuando lo único que tienes es un cáncer o tener que predicar acompañado por la soledad que produce que tu amado compañero de vida, no te recuerde. María ha abrazado lo más importante. Tiene la teología más hermosa: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas, y Ama a tu prójimo como a ti mismo." (Marcos 12:30-31a - NVI).

La frase "Héroes de la Fe" tiene muy poco que ver con lo que Jesús considera un héroe. ¿Qué es lo peor? ¿Quién es realmente el vil y despreciable?

JUST SAYING!!!

Dios te bendiga,

Pastor D
David Pimentel

0 comments:

Publicar un comentario