Este va para los artistas o los que tenemos partes artísticas en nuestros servicios de Iglesia comunicando de manera creativa el mensaje de Jesucristo... Lo escribí en Agosto del 2003. Disfruten.
"¿Te habías puesto a pensar que nuestro jefe es a la vez nuestro mayor colega? Dios es el artista por excelencia. Al mirar el lienzo del universo, ¿Qué vez? El más bello cuadro nunca antes pintado. Al ver al hombre (Génesis 2:7) ¿Qué piensas del escultor que lo hizo? Bueno, sólo debo recordarte que la primera poesía fue inspirada por la mujer (Génesis 2:23 - 24). Al ver un atardecer rojizo entre árboles bien verdes plantados en tierra marrón, ¿No te parece que Dios es el mejor decorador? Cuando te detienes a escuchar la combinación perfecta entre la suave brisa, el cantar de las aves, el sonido del agua de un río, las hojas de los árboles, ¿No estamos de acuerdo en que es la más bella sinfonía? Y todo esto sin tomar muchísimas otras formas artísticas.
En la Biblia se denota claramente la importancia que tenían los cantantes y músicos en el pueblo de Dios. (1 Crónicas 9:33 y 2 Crónicas 5:12) Ellos provenían de tribus específicas y guardaban su vida como nadie dentro del pueblo de Israel. Por otro lado, se menciona a David como un hombre cuyo corazón era acuerdo a Dios. No sé si hay otro en la Biblia con esa distinción, pero el saber que un cantante fue catalogado así me motiva a dedicarme y acercarme más a Dios. Y es que hay algo en nuestra naturaleza que nos permite experimentar a Dios de una forma muy especial. No quiero ser mal interpretado, todos los encuentros con Dios son especiales y son espirituales, pero me refiero a que tenemos una sensibilidad especial que nos ayuda a experimentar a Dios mediante la belleza y los pequeños detalles de la vida. Podemos experimentar más fácilmente a Dios en la cotidianidad.
En ocasiones tenemos choques con la falta de delicadeza que caracteriza un mundo sin Jesús. O simplemente somos desconsiderados por comentarios ligeros y actitudes prejuiciadas en nuestra contra. Somos especiales porque Dios nos hizo así y de algo estoy seguro, tenemos en nuestras manos uno de los recursos más poderosos: Las Artes. Dice la Biblia que la creación habla de la gloria de Dios (Salmos 19:1) y la creación es arte y diseño. Nosotros somos arte y diseño.
Nuestra posición en la creación nos provee de muchos beneficios y distinciones que nos hacen envidiables o en ocasiones despreciables. Por esto, nuestra especial forma de ser debe ser basada en las escrituras y en una íntima relación con Dios para no permitir que esas actitudes nos derrumben. En el caso de el desprecio, nos queda dar frutos (Mateo 7:16). No debemos olvidar que somos representantes de Jesús y no somos un fín en nosotros mismos. No debemos ser super defensores de nuestra identidad, ni permitir que nuestra vida se convierta en una batalla interminable por quedar bien delante de los demás. Créanme, en ocasiones será imposible pues “No hay peor ciego que aquel que no quiere ver”.
En cambio, una meta loable sería defender con nuestro testimonio la labor incansable y dedicada de nuestro amado alfarero. Es un grave error dejar de levantar las manos a Dios para enfocarnos en nosotros. De nuevo, no quiero ser mal interpretado ni parecer extremista. Soy partidario de que el cuerpo y todo el cuidado que necesita es sumamente importante. ¡Que vivan los Resorts! Pero, no podemos ser humanistas egocéntricos en vez de cristianos devotos. Todo en la vida tiene su tiempo. (Eclesiastés 3:1 y Eclesiastés 8:6).
Debemos tener el compromiso de presentar cada día nuestra vidas a nuestro Creador y verdadero artista meritorio (Romanos 12: 1 - 2 y 2 Timoteo 2:15). Como dice René González: “Dios está detrás de la cortina” y “si alguien te admira, que vea en ti la imagen de Dios”. Somos poderosos instrumentos que con devoción a Dios y dedicación a nuestros dones seremos usados impresionantemente por Dios, pero con una mala motivación podemos causar mucho daño. Nunca debemos sacrificar el fondo por las formas, aún sabiendo la importancia que tiene todo en su debido contexto.
(Mateo 25:14 - 30) No pequemos ocultando lo que podemos ofrecer. Seamos libres de expresar lo que Dios ha puesto en nosotros especialmente. En muchas ocasiones seremos los únicos a quienes algunas personas prestarán atención. No desaprovechemos la oportunidad de llevar el bello mensaje de Dios enriquecidos por nuestra singularidad. Busquemos la dirección de Dios en oración y pongamos a su disposición nuestros talentos. El resto es trabajo de Dios. El te usará y te bendecirá más de lo que te imaginas.
Hay algo que no podemos negar y que debemos tener siempre pendiente: “Somos muy vulnerables a desviarnos”. (Proverbios 4:23). Creernos especiales y obviar nuestra sensibilidad al pecado es un engaño que el enemigo utilizará en tu contra. Recuerda que nos es necesario que estés lejos de la iglesia para estar lejos de Dios. A veces, es dentro de la iglesia cuando más distantes de Dios nos encontramos o sentimos que estamos. Dios no se mueve de lugar, simplemente nosotros quitamos la vista. Es mi experiencia que en ocasiones de mucho éxito en el trabajo ministerial y servicio a mi comunidad, la sequedad espiritual espantosa arropaba mi alma.
No caigamos en el error de creernos indispensables e infalibles. (Job 1:8 y Job 38:4–7) Dios creó el mundo solo y le tomó 6 días y el séptimo descanso (Génesis 2:2). Siendo objetivo no creo que te necesite especialmente a ti para cantar una canción o danzar para El. Dios quiere usarnos para bendecir al mundo no porque seamos indispensables, sino quiere hacernos parte de la bendición. Es una forma de Dios bendecirnos el utilizarnos para cambiar al mundo. No permitamos que nuestro don se convierta en una habilidad hueca por el hecho de darnos gloria a nosotros en vez de a Dios.
Sin embargo, lo anterior no debe hacernos caer en la mediocridad. Jesús es el Hijo de Dios. Sin embargo, duró 30 años visitando la sinagoga, estudiando las Sagradas Escrituras y preparándose para salir a las calles a cumplir su ministerio. Llevó una vida de oración incomparable, siempre supliéndose de la fuente real de vida. Es nuestro compromiso con Dios ser excelentes sin dejar que este sea nuestro fín último. Cada día esforzarnos para mejorar debe ser una meta para todos. Dios nos dio lo mejor de El, no despreciemos eso dándole lo que nos sobra. Planifiquemos nuestra vida para ser fieles adoradores y representantes de Dios, y vivamos cada día como si fuera nuestro último. Demos lo mejor en cada entrega ya que no sabemos cuál será nuestra última vez.
Para finalizar quiero decirles que somos una especie especial. Única, inigualable, insustituible e incomparable. Tenemos la responsabilidad de ser comunicadores de Dios mediante las artes. Ejemplificar y embellecer el mensaje con la creatividad no se trata de diversión, sino de nuestro propio lenguaje o idioma. Cada uno de acuerdo a sus habilidades, aptitudes e inclinaciones. Pero lo más importante, siempre a tono con Dios quien es el dador de la vida y las habilidades.
JUST SAYING!!!
Dios te bendiga,
0 comments:
Publicar un comentario