En un pueblecito pequeño, una abuelita discutía con el Pastor cada domingo. "Todas las cosas malas que pasamos en la vida, es culpa de Eva", le decía al Pastor, con un gesto despectivo y de decepción, cada domingo.
Un domingo, el Pastor lleva una cajita de regalo decorada bien bonita. Cuando la abuelita se acercó para condenar a Eva nuevamente, la sorprendió con el regalo: "Es un regalo para usted, pero no puede abrirlo, si no hasta dentro de 3 meses.", dijo el Pastor. La señora tomó el regalo y se fue.
El domingo siguiente, la señora se acercó al Pastor, y en vez de hablar de Eva, le dijo: "Ya no aguanto más.", y abrió el regalo. Dentro de la cajita había sólo un papel que decía: "Eva hubiera hecho lo mismo."
No juzgo a la abuelita. Todos preferimos el martillo del juez. Nos encanta decidir qué es bueno o malo. Hay un grupo siendo recibidos por Jesús y hay un grupo de jueces rechazando la conducta restauradora de Jesús.
En Lucas 15 sucede algo interesante: Jesús no entra en discusiones estériles, ni pierde tiempo explicándole a quien realmente que no quiere entender, sino jorobar. Muchos cristianos sólo recordamos de dónde Dios nos sacó para darlo como testimonio en la Iglesia, pero no lo compartimos a los que no conocen a Dios. Cuando olvido de donde vengo, olvido que Dios me trajo. Si olvido que Dios me trajo, yo vine solo, yo soy protagonista. Pero ese es otro tema.
Su respuesta son 3 historias hablando dividiendo las personas que aún no han conocido a Jesús en 3 grupos. Yo las interpreto de la siguiente manera:
1.Oveja Perdida: Perdido por error (Lucas 15:4-7)
- La oveja es un animal tonto, temeroso, confundido.
- La oveja se confunde, con miedo se aleja, y se pierde.
- Para mi estos son los “realmente equivocados”.
- No intentan engañarnos. Sólo creen lo incorrecto.
- Tienen una fe prestada. Creen lo que otro cree.
- Quizá han nacido con una discapacidad, y son llevados y traídos por alguien al lugar equivocado.
2.Moneda Perdida: Perdido por descuido de otro (Lucas 15:8-10)
- La moneda se pierde al sacar unas llaves del bolsillo.
- Son hijos de matrimonios rotos.
- Perdidos en y por abuso físico, verbal, emocional, tanto el abusado como el abusador.
- Los alejó un problema mal manejado en la Iglesia. Están sentados, pero no presentes.
- Perdido y condenado por negligencia de un doctor.
3.Hijo Perdido: Perdido por decisión propia (Lucas 15:11-32)
- Decidió perderse.
- Disfruta estar perdido.
- Construyó su fracaso.
- Otros ayudaron, pero el quizo perderse.
No importa quién está en qué grupo, creo que es lo que Jesús nos deja dicho. Todos estábamos en un grupo y de vez en cuando regresamos o visitamos otro grupo. Error, descuido o decisión, la cruz es suficiente. Jesús es suficiente.
Nos hacemos jueces. Decidimos a quién mostrarle el cielo. Otorgamos pasaporte de maldición a quien no le contamos nuestra historia. Olvidamos que somos testigos, no jueces.
Hay algo común en las 3 historias: Hay fiesta. Esto me habla de la importancia que tiene que alguien regrese a casa. Dios es amor. El amor provoca, sostiene y completa la búsqueda. Dios es el Dios que busca.
- En la oveja perdida, se pierde 1 de 100.
- En la moneda perdida, se pierde 1 de 9.
- En los hijos, se pierde 1 de 2.
- En la cruz, Dios perdió 1 de 1. Su único hijo: Jesús.
La Iglesia educa ovejas perdidas, trabaja con monedas perdidas, pero rechazamos tan fuerte a hijos perdidos. Donde más dolor hay, menos Cristianos somos. Nos parecemos al hermano que no se fue.
El hermano que no se perdió, ni siquiera se enteró de la pérdida de su hermano. No lo criticó, ni siquiera le importó. A muchos no nos importan los hijos perdidos porque tienen pelo largo, aretes, tatuajes, vestimenta que no nos agrada, pasado complicado. De nuevo, decidimos a quién es "justo" que le prediquemos, y cuando regresan a casa, nos enojamos porque el padre celebra su regreso.
Sólo piensa: ¿Qué hubiera sido de ti si no te hubieran compartido a Jesús?
¿Qué hubiera pasado conmigo? Yo mismo me hubiera quitado la vida... Lo traté más de una vez, pero hubo alguien que siempre tomó mis raras llamadas de teléfono y mi visitas a altas horas de la noche. Gracias a Dios por el.
La fiesta está preparada. La cena está lista. Las invitaciones nos fueron entregadas. Los invitados están dispersos. Inicia la búsqueda, porque Dios hace fiesta por 1 pecador arrepentido, no por 99 que no "necesitan arrepentirse".
¿Yo? Voy a contar mi historia mientras me quede aliento.
JUST SAYING!!!
Dios te bendiga,
Pastor D
David Pimentel
Dios te bendiga,
Pastor D
David Pimentel
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