viernes, 22 de julio de 2011

Cristianos Turistas

Hoy vengo con un tema que me preocupa como Pastor y cómo cristiano, muchas veces turista.

Conocí a Jesús en 1994, hace 17 años y me bauticé 1 año después. Desde entonces tuve el privilegio de ser parte del proceso plantador de la Iglesia Comunitaria Cristiana en la Ciudad Colonial en la República Dominicana. Por 13 años, hasta que vine a vivir a Boston, fui líder y parte junto a mi Pastor y amigo Robert Guerrero, de absolutamente TODO y desde joven comencé a identificar y asociar un problema que Jesús vio hace miles de años.

Hay un pique histórico en la Biblia y es cuando Jesús se molesta con los "Comerciantes del Templo", pero yo creo que el pique no es sólo con quien "vende en el Templo", pero también con quien "compra en el Templo".

Lamentablemente, la Iglesia se ha convertido en una especie de circo, donde lo importante es que el Pastor se sienta bien, o la oveja se sienta bien. Rara vez se logra que ambos se sientan bien.

Los Pastores sufrimos porque no somos apoyados, seguidos, amados, aupados, celebrados, pero ¿Quién nos prometió a los pastores esa clase de privilegios que ni siquiera Jesús tuvo?

Como ovejas sufrimos porque el Pastor no nos valora, no nos toma en cuenta, no nos respeta, no nos predica o ministra de la manera que queremos, pero ¿Quién nos dijo que la Iglesia se trata de lo que YO quiero ver o sentir, y no de lo que DIOS quiere que veamos o sintamos?

Los Pastores nos volvemos locos tratando de complacer a las ovejas y muchas veces sacrificamos lo que Dios pudiera hacer, por no prestar oído a quien nos llamó y no a otros que también han sido llamados.

Los Pastores buscamos la postura, lenguaje, ropa, estilos y en fín, nos disfrazamos con tal de satisfacer a los oyentes, olvidando que el mensaje ni siquiera es nuestro.

Los cristianos, nos hemos hecho turistas, e incluso muchos pastores también. ¿Qué hay en el equipaje de quien viaja como turista? Un turista prepara un equipaje con cosas que lo hagan sentir lo más cerca a como se siente en su casa. ¿Quién nos dijo que la Iglesia debe ajustarse a nosotros y no nosotros a la Iglesia? El privilegio de ir a la Iglesia es nuestro, no al revés.

Queremos que la casa de Dios se parezca a mi casa, porque la religiosidad nos hace olvidar que en mi casa hay basura en los zafacones, trastes por fregar, ropas en el piso, en general desorden, pero como estamos cómodos, queremos que Dios entre en nuestro desorden y se ponga cómodo.

Criticamos TODO lo que pasa y lo que NO pasa. "Hoy no cantaron ni una alabanza que me guste." "No me gustó la ropa de la Pastora." "Los anuncios fueron feos." "El mensaje del Pastor estuvo largo. Voy a pedir que me devuelvan la ofrenda." Por esto, andamos de cruzada en cruzada, evento en evento, Iglesia en Iglesia. Buscamos el último profeta, el del don de la Chiripiorca o la unción de los Transformers. Dejamos que cualquiera nos imponga manos, sin saber cuán sucias pudieran estar.

Sé que todos somos imperfectos y tenemos faltas, pero la Iglesia en este momento parece más el rebaño perdido. Las personas que no conocen a Jesús, muchas veces son más coherentes, cooperadores, guiables y TODO, más que nosotros los cristianos, entonces cuando les pedimos que nos acompañen a nuestras Iglesias, simplemente no somos relevantes.

Pasamos toda la semana "Living la Vida Loca" y luego vamos a la Iglesia a criticar y quejarnos de TODO. Es como que el domingo nos sobrecoge una culpa inmensa porque sabemos que no hemos vivido a la altura del llamado de Jesús: Ser sal y luz.

Somos desabridos, apagados, tristes o tenemos un "show" poco creible de el poder infinito de Dios, que a la vez no es tan infinito porque el poder de Dios no da para cambiar las áreas realmente importantes en nuestra vida: Amar a Dios sobre todo y con todo; y Amar a nuestro "próximo" como quisiera que me amen a mi.

La Biblia dice en Salmos 91:1: "El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente." "El que habita", no el que visita.

¿Porqué no soltamos las maletas de comodidad y no sólo visitamos a Dios en la Iglesia sino que le pedimos El que viva EN nosotros? 

¿Porqué no dejamos de ser críticos de Iglesias? ¿Porqué no dejamos de ser Cristianos Turistas y nos hacemos verdaderos Cristianos?

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