martes, 18 de noviembre de 2014

Trabajando con Papi

Esta se parece bastante a mi primera laptop.
Comencé a trabajar cuando tenía unos 14 años... No por necesidad... sino porque quería comenzar a ganar dinero... Digo que no por necesidad porque mi padre me compraba casi todo... El asunto es que cuando conocí que había algo llamado computadora, investigué y aprendí maneras en que podía aprender nuevas cosas, mientras que además podía producir dinero... Mi padre Eladio me regaló mi primera computadora portátil o láptop, con su impresora... no era tan portátil ni tan láptop... era pesada y grande... y láptop, que quiere decir para usar en el regazo o las piernas, buenos... podía quemarte el calor que generaba además de lo pesada... PERO era moderna para el tiempo... 

El negocio que inicié era para "hacer trabajos a computadora"... Casi nadie podía pagar para tener una computadora en su casa y lo normal era pagarle a alguien para que "pasara" (escribiera en computadora)... Era eso, o escribirlo a mano con tu mejor letra... obviamente la gente prefería pagar para hacer algo "mas bonito y profesional"... Me llegaban cientos de trabajos... Curriculum Vitae (resumes), Cartas, reportes, facturas, trabajos de escuela... Hacía buen dinero, ya que se cobraba por página y yo era bastante rápido... 

En una ocasión, me llegó el trabajo más grande que había hecho jamás: Una Tesis de Grado de más de 500 páginas... No olviden que el negocio era "pasar trabajos", o sea que lo que había que pasar venía escrito a mano... Si... a mano... De diferentes manos, diferentes tipos de letra, diferentes tipos de papel, diferentes colores de papel y tinta, diferentes nivel de cuidado... No era un trabajo fácil... PERO ese no es el punto...

Cuando mi padre vio aquella montaña de papeles que me estaban entregando, se me acercó y me felicitó... y me veía desde su mecedora en la esquina opuesta a mi "oficina" en la sala de la casa... Pasaba innumerable veces por detrás de mi, me ponía la mano en el hombro, trataba de enfocar su débil vista en la brillante pantalla azul, cuando el brillo le cansaba la vista, volvía a sentarse... y no se acostaba, sin pasar junto a mi y dejarme saber que se acostaría y que yo debía hacer lo mismo porque mi salud era primero... De vez en cuando, me daba su consejo de cómo administrar ese dinero que recibiría, ahorrar, no endeudarme... comprar lo necesario para mi... 

Una noche marcó mi vida... y lo recordé hace un par de días junto a mi esposa Yokasta... Para poder hacer mi trabajo un poco más fácil, compré un pisapapeles que se pegaba al monitor con un velcro. De esa manera, colocaba los papeles allí y mi cabeza y vista podían mantenerse fijos en casi un mismo lugar... Eso aminoraba el cansancio y eliminaba tener que subir y bajar la cabeza y la vista cada vez... Aquella noche, mi padre se acercó y por primera vez me comunicó su deseo de ayudarme... y me preguntó: "¿Quieres que te pase la página cuando la termines?"... Le dije que si... Acercó una silla, la colocó junto a la mía y con postura recta y un enfoque increíble, mi padre esperaba ansiosamente que yo digitara cada letra y llegara al final de la página y le dijera: "Ya", para el pasarme la página... Se especializó tanto que hasta iba leyendo conmigo y en ocasiones me señalaba si había cometido un error de escritura... y ya no necesitaba decirle que había llegado al final de la página, porque llegábamos juntos... el leyendo y yo digitando...

Mi padre construyó en mi una filosofía de trabajo, economía, manejo de finanzas, paternidad, compañerismo, ayuda al prójimo... todo con esos paseos detrás de mi y con sentarse junto a mi a altas horas de la noche... 

Quise compartirles esta historia con lágrimas en mis ojos porque conozco más de uno que no sabe cómo puede servir a otros... mi padre me enseñó que aunque no se esté "haciendo nada", a veces el más grande servicio que le puedes dar a alguien es tu compañía... tu mano en su hombro haciéndole saber que estás ahí... dispuesto a desvelarte por el... dispuesto a decirte lo que no quieres oír, "acuéstate porque tienes que descansar para que no te enfermes"... "no gastes todo lo que recibes"... "no compres todo lo que quieras"... "no te metas en líos (deudas)"... quizás algo simple como quitar la página que ya no es necesaria y no te permite ver lo próximo, leyendo junto a ti lo que está al frente... quizás señalarte esos errores que cometemos por ir muy rápido... 

Mi padre me enseñó tanto en esas noches... me formó... inculcó valores en mi... aún cuando la mayor parte del tiempo estuvo en silencio... pero sus acciones gritaron...

Toca la vida de alguien con tu servicio, aunque lo ves como simple o tonto... siempre lo que la gente necesita no son las manos que sirven, sino el Dios que mueve los corazones que mueven las manos que sirven... Deja que los latidos del corazón de Dios muevan tu corazón hacia alguien... Recuerda que cuando sirves "no lo haces POR Jesús, ni PARA Jesús... lo haces A Jesús..." (Alberto Castro)... Mi padre se empeñó en servir a su pequeñito, no sabiendo que servía al Dios del universo... y mientras yo "Trabajaba con Papi"... Mi Papi "Trabajaba con su Papi"...

Yo, el Rey, les diré: “Lo que ustedes hicieron para ayudar a una de las personas menos importantes de este mundo, a quienes yo considero como hermanos, es como si lo hubieran hecho para mí.”

JUST SAYING!!!

Si vives en Boston y no tienes una comunidad de creyentes con quien reunirte ("Iglesia"), te invitamos a que nos visites en "Connected Lives" (Vidas Conectadas). Nuestras reuniones son en las casas, todos los viernes a las 7:30p.m. Si quieres que te visitemos y hagamos una reunión en tu casa, sólo déjanos saber... Será un honor servirte. Más información: 617-318-7422 y 617-407-2381.

En el mes de Noviembre tendremos una Serie de 4 Estudios llamada "Graciosos: Sólo una vida de gracia y gratitud te llevará a la plenitud"... Este viernes 21 de noviembre tenemos el tercer estudio "Desgraciados y Congraciados"...

Ven y hagamos vida juntos... Seamos la Iglesia...

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