martes, 20 de mayo de 2014

El Pecado

Recibimos un texto de nuestra vecina pidiéndonos por favor llevar su niño a la escuela ya que estudia junto a nuestra hija Camila. De camino, en un semáforo, le envié un texto a la vecina para que me dijera qué hacer con el asiento del niño... y yo me perdí... No se donde doble mal y tuve que poner mi teléfono en navegación en GPS para que me ayudara a regresar a la ruta... Eso requirió que mi rara el teléfono mientras manejaba...

Después de un par de vueltas, volvía mi ruta habitual. En una esquina, el carro negro que había estado delante de mi por un rato, se detuvo... Yo pensé que iba a doblar y lo rebasé... Sólo para darme cuenta que ese conductor estaba permitiendo que una persona cruzara la calle.

La vecina no había respondido y yo miraba de vez en cuando el teléfono... De pronto noto que el carro que rebasé, se estab pegando demasiado de mi y comencé a mirar la cara del conductor. Hizo con su cabeza el movimiento que todos conocemos como "no"... Yo encogí mis hombros preguntando "¿no qué?"... En ese instante la vecina respondió diciéndome qué hacer con el asiento, le escribí "gracias" y seguí adelante.

En ese momento, el conductor detrás de mi se tornó violento y me rebasó por la derecha deteniéndose junto a mi en un semáforo... "¿Usted sabe que enfrenta una multa de $100 dólares por estar enviando textos?"... Era un Policia.

Pensé: ¿me defiendo y digo que no estaba enviando textos, sino que tenía el teléfono en navegación o simplemente pido perdón?... El policía estaba gritándome, yo tenía dos niños detrás, incluyendo a mi hija Camila quienes me preguntarían "¿qué pasó?" y además yo estaba súper tarde... "Perdóneme oficial", dije... "Que no vuelva a suceder", respondió.

Mi orgullo de hombre estaba molido. No me había defendido para no complicar las cosas, pero... "¿Qué pasó papi?", preguntó mi hija Camila... "¿Porqué ese hombre te gritó?"... Le dije: "porque papi se portó mal y estaba mirando el teléfono mientras conducía"...

Un par de enseñanzas con relación al pecado:
1. Mi pecado de ver el teléfono al conducir en vez de hacer una llamada, hizo que el policía pecara molestándose.
2. Mi pecado al no reconocer la autoridad del policía que me perseguía, hizo que el policía pecara gritándome. Incluso, no pude recibir como positiva su advertencia de que dejara de mirar el teléfono.
3. El pecado del policía al gritarme hizo que yo me molestara y que Camila se sintiera mal de que le gritaran a su papi.
4. Alguien debía detener la guerra... Y debía ser yo... Porque yo la inicié.
5. Al pedir perdón, bajó la gritería, me perdonó y no me multó... Pero tu ve que explicarle a dos niñitos las consecuencias de no seguir las reglas.

¿Ven cómo el pecado se hace comunitario? ¿Ven cómo mi pecado afecta a otros? Tengo mil versículos que podría citar, pero prefiero dejar la enseñanza aquí... Hacer lo malo tiene consecuencias, pero no sólo para ti... Cuando decides hacer algo que no es permitido, no sólo tu sufres, sino que arrastras a todos a tu alrededor junto contigo... No hagas lo malo, pensando que sólo te afecta a ti porque aún cuando sólo aparente afectarte a ti, estarás hiriendo el corazón de tu Padre Celestial.

Ah! Y por favor... No envien textos mientras conducen... Aunque yo no lo estaba haciendo, pude experimentar cuán motivados en enforzarlo están los policías... 

Si vives en Boston y no tienes una comunidad de creyentes con quien reunirte ("Iglesia"), te invitamos a que nos visites en "Connected Lives" (Vidas Conectadas) este viernes 23 de mayo en 60 Fairlawn Ave. Apt. #5, Mattapan, MA 02126. Estamos compartiendo la serie: "El Jesús que Nunca Conocí". Más información: 617-318-7422 y 617-407-2381.

Ven y hagamos vida juntos... Seamos la Iglesia...

0 comments:

Publicar un comentario