miércoles, 28 de mayo de 2014

Dolor Prestado

Internet está lleno de historias de personas que se han hecho pasar por indigentes y que han incluso decidido vivir como tales por cierto tiempo para experimentar lo que vive un indigente, como es el caso de Pastor Willie Lye, quien recibió en un sueño el desafío de que no aguantaría vivir ni siquiera 5 días en la situación de las personas indigentes de las que tanto habla desde el micrófono. Otro caso, es el del Pastor de Jóvenes Leon Reyes, quien en el 2012 se mudó a las calles por 30 días para ministrar o servir, predicando el evangelio a los indigentes, desde la posición de un indigente.


No te preocupes Yokasta, esposa mía, no es que Dios me está llamando a hacer lo mismo... Jajajaja... 

La otra noche, de la nada, sentí que mi esposa estaba regresando del baño a la cama a las 5 de la mañana e hice el esfuerzo de sentarme en la cama para ir al baño también... De pronto, como dos puñaladas, se me encogieron los nervios ciáticos en la parte trasera de mis dos muslos... Sentía que no iba a poder aguantar el dolor... Mi esposa se me acercó para masajearme las piernas, pero ella no aguantaba su propio dolor ciático... Después de unos minutos básicamente aguantando dolor, los nervios se desencogieron y pude girarme... Hacía años que no me daba ese dolor, porque desde pequeño he tenido problemas con mis piernas y en ocasiones dolores ciáticos que no me permitían ir a la escuela o ponerme de pie.

Un par de horas después de mi episodio ciático, recordé que mi esposa, en medio de su dolor ciático, trató de masajearme... Entonces la abracé en la cama y le agradecí porque en medio de su dolor, intentó ayudarme a mi...

¿Cómo se conectan las historias? Tanto los Pastores de las historias de arriba como mi episodio de dolor ciático, fueron experiencias limitadas en las que por un breve tiempo experimentamos el dolor ajeno... Aunque no le quito el mérito a esos Pastores, si digo que en su mente siempre estuvo la información de que en 5 ó 30 días, regresarían a su hogar cómodo, con su familia, con su sueldo, etc... Pero, en el caso de los indigentes, la cantidad de días después de los que volverán a una realidad mejor es... es larga o ninguna. En mi caso, Dios me permitió visitar el dolor de mi esposa Yokasta por unos minutos, mientras que ella ha vivido con ese dolor por los 8 meses de embarazo que tiene.

El dolor es transformador... y mal canalizado, es una fábrica de amargura. Sin embargo, experimentar el dolor ajeno con la mentalidad de entender las necesidades de otros, puede transformarte en una persona más sensible hacia aquellos que viven en la necesidad. No es que los estoy invitando a que todos vivamos en las calles por cierto tiempo para que seamos extranjeros del dolor ajeno, sino algo un poco más complicado.

Jesús se mudó a nuestro vecindario por unos 33 años... Experimentó nuestro dolor, nuestras tentaciones, vivió una vida limitada y de persecución, y el término que Isaías 53 usa es "Experimentado en Quebrantos"... Durante ese tiempo, Jesús hizo un viaje misionero a nuestras realidades, pero lo que más me llama la atención es que mientras El se hizo parte de nuestros círculos, El nos invitó a ser parte de los de El... Nos enseño a orar, cómo tratar a los desvalidos, cómo tratar a los ricos, cómo tratar a las mujeres, cómo tratar a los que piensan diferente a nosotros...

Lo que digo es... ¿Qué tal si en vez de "hacernos indigentes" por un período limitado luchamos por que los indigentes dejen de ser indigentes totalmente? Me explico... ¿Qué beneficio tiene el indigente que es visitado por unos días y convive con alguien que "está mejor" económicamente? No hay ningún beneficio... A menos que esa experiencia se convierta en hechos que haga, no que no-indigentes vivan la experiencia de ser indigentes, pero que indigentes vivan la experiencia de no-indigentes... Invitarlos a nuestras casas, nuestras comunidades de fe... Comer con ellos... Educarlos... Reinsertarlos a "nuestro mundo"...

Todos somos indigentes... pertenecíamos al Jardín de Edén y fuimos expulsados por desobedientes... tenemos un corazón extranjero... aún cuando tenemos títulos de nuestras propiedades, hay un sentido de nostalgia que nos hace saber que no estamos en el hogar... ¿La solución de Dios? Se hizo hombre y nos visitó por 33 años, y durante ese tiempo, vivió la vida perfecta para que nosotros podamos regresar a casa... pero como Edén ya no existe, creó una nueva realidad: "El Reino de Dios"... Donde los "últimos" son los primeros... Donde los "tristes" reciben consuelo... Donde los "humildes" son celebrados... Donde los que buscan la paz, son las celebridades...

"Porque agradó al Padre que en El (Jesús) habitará toda la plenitud de la Deidad y por medio de El (Jesús) reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de El (Jesús), repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos."

¿Queremos visitar el reino del necesitado? Muy bien... Pero creo que es tiempo que hagamos al necesitado parte de nuestro "reino" para eliminar la necesidad de la mayor cantidad de personas posibles... Dejemos de ser extranjeros del amor...

JUST SAYING!!!

Si vives en Boston y no tienes una comunidad de creyentes con quien reunirte ("Iglesia"), te invitamos a que nos visites en "Connected Lives" (Vidas Conectadas) este viernes 30 de mayo en 138 Old Colony Ave. Apt. #3, Quincy, MA 02170. Estamos compartiendo la serie: "El Jesús que Nunca Conocí". Más información: 617-318-7422 y 617-407-2381.

Ven y hagamos vida juntos... Seamos la Iglesia...

0 comments:

Publicar un comentario