El picadillo de vegetales estaba listo. El bacalao estaba hervido y en su punto de sal. Los dumplins estaban hirviendo. Las fresas cortadas y dentro de la licuadora junto al azúcar. La leche para la batida sobre el mostrador. Todo estaba listo... Sólo faltaba que el aceite se calentara.... Pero por alguna razón, no lo hacía... La hornilla estaba encendida, el panel de la estufa indicaba que habían dos hornillas siendo utilizadas, pero... el aceite no se calentaba... Después de unos minutos, me di cuenta de que aunque todo estaba funcionando de la manera correcta, estaba esperando que el aceite se calentara, estando en la hornilla equivocada.
¿Has estado preparado para dar lo mejor de ti? ¿Con todo listo esperando que Dios de la luz verde? ¿Esperando que la "hornilla" de Dios caliente?... Pero ¿de pronto te has dado cuenta que estás en la "hornilla" equivocada y que Dios pudo haberte usado pero estabas esperando en el lugar equivocado? ¿Está asistiendo a las reuniones y cumpliendo los requisitos, pero al llegar al momento final... no eres elegido? ¿Te has enfocado en ser un "buen candidato" para esa otra persona con quien quisieras tener una relación... Pero no sucede?
Te entiendo... He estado allí... Con todo listo, pero en el lugar equivocado... Con todo preparado, pero en el lugar equivocado... Con una buena actitud, pero en el lugar equivocado... Con buen corazón, pero en el lugar equivocado... Y el asunto es que, partiendo de nuestros deseos, nos creamos espectativas de dónde Dios encenderá su próxima "hornilla"... Pero lo que vemos en la Biblia es que nuestro trabajo es caminar en disponibilidad y estar atentos... Dios es quien elije encender la "hornilla" y cual... A nosotros nos toca responder.
1 Moisés cuidaba las ovejas de su suegro Jetró, que era sacerdote de Madián. Un día, Moisés llevó las ovejas por el desierto y llegó hasta la montaña de Dios que se llama Horeb. 2 Allí Dios se le apareció en medio de un arbusto que ardía en llamas. A Moisés le sorprendió ver que el arbusto estaba en llamas, pero no se quemaba.
Para los que creían que Moisés estaba en un retiro espiritual, ayunando, "buscando el rostro de Dios"... Moisés estaba trabajando y ni siquiera en su negocio propio... Apacentaba ovejas y en el desierto... y es allí donde Dios enciende la "hornilla"... o más bien, enciende la zarza (arbusto)... Lo que llama la atención de Moisés no es Dios... es la demostración de Dios... Lo que hace que Moisés responda, no es estar en el lugar correcto, ni ser la persona correcta, sino tener la actitud correcta... cuando Dios habló... Moisés respondió.
Tenemos que dejar de tratar de ser las personas correctas y comenzar a perseguir tener los corazones y las actitudes correctas... Dios tiene un plan maestro donde todos tomamos partes, pero sólo los disponibles y con buena actitud participarán... no los buenos, sino los de buena actitud... no los correctos, sino los de corazón humilde... no los perfectos, sino los moldeables...
Dios te va a llamar donde menos lo esperes... Quizás no sea dentro de la Iglesia, precisamente porque allí no hay necesidad... Dios llama en el desierto... En el día a día... Te muestra una necesidad y enciende tu corazón... Nuestro trabajo es responder en obediencia al llamado.
¿Estás escuchando o estás demasiado pendiente a que la "hornilla" de tu preferencia encienda?
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