miércoles, 12 de marzo de 2014

Lavandería

Me encontraba depositando ropa sucia en diferentes lavadoras de ropa. Había depositado dinero suficiente en mi tarjeta prepago de lavandería para cubrir el lavado que planeaba hacer cuando entró una señora bien mayor a la lavandería. Caminaba lento y traía consigo un poquito de ropa y un frasco pequeño de detergente. Colocó todo sobre una mesa común, sacó del bolsillo 5 dólares y su tarjeta de lavandería. Se acercó a la máquina y pude escuchar su frustración: "Esto es estúpido... No es un buen día y esta máquina no está aceptando mi dinero...", cansada me dijo: "¿Tienes otros 5 dólares más nuevos para cambiarlos por los míos para ver si la máquina los acepta?"... Le dije que no tenía, pero le ofrecí: "Si quiere puede usar mi tarjeta... Tiene fondos suficientes...". Ella respondió de manera tajante: "NO... Voy a la oficina por dinero...", y salió de la lavandería .

Esta señora prefirió dejar su ropa abandonada, salir de la lavandería, encender su carro, conducir por un par de cuadras, buscar estacionamiento, entrar a la oficina y tratar la transacción en otra máquina igual a la que había dejado atrás en la lavandería... Si no funcionaba, entonces tendría que entrar a la oficina y pedir que le cambiaran el billete por otro billete para luego volver a las máquinas... TOOOOODO eso por no aceptar mi oferta de usar mis fondos. ¿Te parece conocido?

Ridículamente sacamos nuestros billetes viejos y hediondos de obras sin sentido, buscando pagar por el servicio de lavado de nuestras vidas. Sabemos que hay un sistema de pago diferente, pero continuamos manejando el sistema de pago antiguo... el de los billetes... olvidamos que hay un nuevo pago que se realiza con una tarjeta cuyos fondos son pre-pagados.

Mientras que Jesús nos dice: "No te preocupes... Usa mi tarjeta... Tiene fondos suficientes...", preferimos continuar enderezando billetes destruidos con tal de "pagar" por nuestro lavado... y en vez de permitir que Jesús pague por nosotros, abandonamos lo necesario (nuestra ropa y lavado) para salir en una travesía buscando... otro billete... ni siquiera otra tarjeta.

Evangelio es que Dios, en Jesús ha depositado fondos suficientes para el lavado de nuestras vidas... Religión es tomar el carro y salir en la búsqueda de billetes (obras) para pagar por nuestro lavado... Cada día necesitamos ir a la lavandería... ¿Aceptarás que Jesús pague por ti?

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