Voluntariamente hice un paro de un mes en las reflexiones para buscar el rostro de Dios. No es que ahora ando levitando y cuando estornudo suenan arpas celestiales... sólo que entendía que estaba hablando mucho y probablemente no escuchando tanto. No hablo de escuchar a las personas, sino de escuchar a Dios. Hice silencio y Dios habló... bastante... No de manera audible, pero si de manera inconfundible y contundente.
No se espanten... No fue que caí en pecado y me olvidé de Dios... Creo que precisamente el error en el que caí fue en confiarme demasiado en que Dios estaba conmigo y por consiguiente, estaba siendo dirigido por El. En ocasiones lo tenía como chofer de taxi y en otras como pasajero, cuando la realidad es que El quiere ser mi copiloto... No me crucifiquen... ya les explico.
Cuando creemos que Dios es nuestro taxista, intentamos de manera ridícula de dar órdenes a Dios para que nos lleve donde queremos. La realidad es que Dios dará algunos de los giros que le pidas, pero no todos... pero no dará los giros que TU no decidas dar... Dios se verá como conduciendo tu vida... sólo para darte cuenta luego de que Dios NO ESTUVO CONDUCIENDO, pero nunca te dejó... sólo que ocupó el lugar que le cediste...
Cuando creemos que Dios es nuestro pasajero, la dinámica es diferente... Nosotros conducimos... Como mi carro, equipaje, mi viaje, mi destino, el momento de partida, el momento de llegada, el tiempo de viaje y mi manera de conducir decidiendo qué reglas obviar o respetar, entonces invitamos a Dios... como parte del equipaje... como amuleto... como un talismán de buena suerte... Queremos que El nos asegure bienestar... pero no necesariamente abriendo la boca... Nos decimos: "Como Dios está ahí... no debo estar tan mal..." Dios NO ESTUVO CONDUCIENDO... Estuvo ahí aunque no estuvo de acuerdo contigo en todo... pero nunca te dejó...
Yo sé que se oye más espiritual decir "Dios es el conductor de el automóvil de mi vida..." pero no veo en la Biblia que eso es lo que Dios quiere hacer... No creo que Dios quiera ser el conductor de un grupo de personas sentados cómodos y hacer lo que ellos quieran... creo que ahí nosotros seríamos dios y Dios sería... Nah!!!
"Confía en el SEÑOR con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas."
Aprendí un par de cosas: Dios no hará TODO lo que queramos... Dios no hará ni siquiera lo que El quiere que hagamos... Dios quiere una relación tan estrecha con nosotros, en la cual pueda susurrarnos las direcciones paso a paso... Dios quiere ser nuestro Copiloto.
Dios no nos dará un mapa... No nos pondrá un GPS... No siempre nos dirá dónde vamos... pero nunca nos dejará solos. Nosotros decidimos qué lugar ocupará en el automóvil de nuestras vidas... Taxista, pasajero o Copiloto.
JUST SAYING!!!
Dios te bendiga,
Pastor D
David Pimentel
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