Cuenta una anécdota que una escuela hizo un viaje a una playa pública para limpiar su orilla. Todos estaban involucrados en su trabajo cuando de repente un niño abrió sus brazos para que nadie pisara algo que había encontrado en el suelo... Los niños siguieron su labor, pero la maestra se acercó y vio como el niño recogía una estrella de mar que se veía bastante lastimada y reseca por el sol... La maestra le dijo: "No te preocupes... Hay millones de estrellas en el mar... Que una muera no hará una diferencia." A lo que el niño respondió: "Hará una diferencia para esta estrella..." y entrando un poco hacia el mar, colocó la estrella en el agua.
Esta anécdota siempre me ha gustado... No sé si la historia es real, no sé si la playa existe, no sé si la maestra era bonita, no sé el nombre del niño... sólo sé que encierra una enseñanza necesaria.
Muchas veces vemos los problemas de nuestro mundo y nos sentimos abrumados... No sabemos de qué manera podemos hacer un impacto o una diferencia... Hay demasiados enfermos, demasiada necesidad, demasiado dolor... ¿Y yo? Yo soy uno solo... Por otro lado, está también el irresponsable e indolente que viendo no ve y oyendo no oye... usando una adaptación de la frase de Jesús: "El que tenga oídos, oiga"... Hay un gran problema y lo percibo en el siguiente verso:
16 ¡Dejen ya de pecar! ¡No quiero ver su maldad! ¡Dejen ya de hacer lo malo 17 y aprendan a hacer lo bueno! Ayuden al maltratado, traten con justicia al huérfano y defiendan a la viuda.
Hay una relación directa entre nuestro "nivel de santidad" y nuestra respuesta a las necesidades que nos rodean. Siempre hemos pensado que nuestro "nivel de santidad" y nuestra relación con Dios, depende de la cantidad de "cosas espirituales" que hacemos... y aunque eso es cierto, nos ha faltado identificar como Espiritual o guiado por el Espíritu (que es lo que significa), hemos dejado a un lado una parte muy importante del evangelio: "el Reino de los Cielos se ha acercado..."
Debo confesar que por mucho tiempo pensé que esta frase hablaba de un tipo de VISA eterna que se nos otorgaba, pero que sólo podíamos disfrutar al morir, sin embargo lo que he llegado a entender es que esa frase significa que el Reino de los Cielos puede comenzar a experimentarse aquí. Es como si al nosotros entregar nuestra vida a Jesús y cambiar nuestra nacionalidad por la celestial, abrimos una puerta de bendición y las demostraciones de un nuevo Reino, el de Dios, puede comenzar a afectar nuestros alrededores y a las personas cerca de nosotros... al menos, así debería ser.
¿Cuál es la realidad? Aceptamos al Señor y nos aislamos para celebrar nuestra propia fiesta privada olvidando que el Reino se ha acercado... que aunque debemos celebrar que en algún momento nos vamos con Jesús, debemos tratar de atraer a la mayor cantidad con nosotros. ¿Cómo lo hacemos? Uno a la vez... Una visita a la vez... Un vaso de agua a la vez... Un abrazo a la vez... Un dólar a la vez... Debemos acercar los beneficios del Reino de Dios a la gente... ya Dios lo hizo, sólo nos resta a nosotros administrar esa información y esa bendición... en palabras de Iglesia, debemos permitir que la bendición fluya a través de nosotros.
Muchas personas vendrán a nuestros cultos... Visitarán nuestras campañas... pero la gran mayoría... los más necesitados... los socialmente marginados... los desajustados... los raros... los no aptos... Esos no vendrán... A esos hay que ir a buscarlos... y hay que alcanzarlos uno a la vez.
El Pastor Andy Stanley dice: "Haz por UNO lo que quisieras hacer por TODOS."
Preocúpate por ser amoroso, fiel, confiable, gentil, amable, honesto, proactivo, responsable, humilde, paciente, generoso, pacificador... "¿Qué diferencia haría salvar una estrella?"... Haría toda la diferencia para la persona con quien compartas hoy... Tu puedes ser la única Biblia que esa persona lea... Tus palabras, tus acciones puede ser el evangelio que abra la posibilidad... Que provoque la pregunta... Que derrumbe las murallas...
Decidamos ser agentes de transformación y canales de bendición para las personas... permitamos que Dios nos use para aliviar el dolor de este mundo... no criticarlo ni señalar constantemente... sino, permitir que Dios lo sane a través de nosotros.
Los dejo con una frase de Mahatma Gandhi: "Sé el cambio que deseas ver en el mundo."
Si YO solo procuro hacer un cambio... quizás no se vea la diferencia... pero si todos nos unimos... el cambio será inconfundible y no habrá a quien más darle la gloria, sino a Dios... Como se dijo en la película "Evan Almighty": "Cambiemos el mundo un simple acto de bondad a la vez..." Verás cuan Espiritual y Santo te volverás...
JUST SAYING!!!
Dios te bendiga,
Pastor D
David Pimentel