Mi esposa, mi niña y yo regresamos ayer de celebrar 9 años de casados. Comodidad, belleza, atenciones, en fín, la mejor manera de celebrar... Claro, lo único que no era prestado era nuestra felicidad.
Me pregunté: ¿Quién les vendió la playa para llamarla privada? ¿Quién habrá tenido la idea de crear el primer RESORT? ¿De dónde vamos a sacar el dinero para pagar la tarjeta de crédito? ¿Porqué huimos del sol en la ciudad para ir a las playas a "quemarnos" en el sol? ¿Porqué le dicen RESORT?
Y recordé: "Y cuando piden, lo hacen mal, porque lo único que quieren es satisfacer sus malos deseos." (Santiago 4:3 - TLA). No sabemos lo que queremos, y al pedir pedimos de manera incorrecta para la satisfacción de nuestros placeres como si esto fuero la único importante.
El lunes cerca del mediodía nos encontramos sentados a la orilla de la playa, con un rico hamburger, un smoothie de fresa, brisa fresca, nuestra niña y nosotros. Mi esposa Yokasta y yo chocamos mirada, y casi sin palabras supimos que estábamos listos para irnos, a pesar de que podiamos quedarnos hasta la noche. Recogimos todo y partimos a casa.
Aprendí que el lugar no hace el momento, sino las personas. Una suite de US$2,000 por noche, acompañado por la persona equivocada, sería poco más que el infierno. Aprendí que aquella frase cursi que hemos usado por 11 años, desde novios: "Hasta debajo de un puente, pero juntos", era nuestro código de honor. Es nuestra verdad.
Aprendí que el total descanso físico destruye al ser humano convirtiéndolo en un parásito que absorve o critica lo que produce su alrededor. La pasividad empañaría la perspectiva. Y mataría la creatividad. No es tener multitud de actividades, sino encontrar la actividad que hace vibrar tu corazón y el de los que te rodean.
Aprendí que Jesús no me invita a descansar. No solamente. El dijo: "Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. CARGUEN CON MI YUGO... Porque mi yugo es SUAVE y mi carga es LIVIANA." (Mateo 11:28-30 - NVI). No nos invita a un descanso físico. Cuando nuestro cuerpo está cansando es porque estoy invirtiéndome en la actividad incorrecta, o me invierto de la manera incorrecta.
"Su Yugo es fácil y Su carga ligera". El yugo dirige los animales que realizan el duro trabajo de la tierra. ¿Cómo puede ser eso fácil? El yugo es un pedazo grueso de madera, ¿Cómo puede ser eso ligero? Las circuntancias no determinan mi felicidad o realización, el propósito lo hace. Todos nos sometemos a yugos: dinero, sexo, poder, trabajo, moda, Iglesia...
En este punto entendí porqué le llaman RESORT. Todas esas comodidades sólo te reciben como un resorte por un tiempo, y antes de que lo pienses, te dejarán ir y te lanzarán con fuerza a TU REALIDAD. A TU YUGO. A QUE RETOMES TU CARGA.
La pregunta es: ¿A qué yugo quieres regresar cuando el RESORT te suelte?
JUST SAYING!!!
Dios te bendiga,
Pastor D
David Pimentel
1 comments:
Wow David, de estos temas he estado meditando ultimamente, nos pone a pensar que si estando tantos años caminando con Jesus estamos "cansados" entonces ¿Que yugo hemos estado llevando? si la palabra dice claramente: "Mi yugo es facil de llevar" si no he conseguido aligerar mi carga (y no quiere decir que no tenga una carga) es porque me he mantenido llevando "mi" yugo y no he descansado en el Señor... y me gusta la observacion: Seguimos llevando un yugo, no que no llevamos nada, sino que cambiamos de yugo: el nuestro x el de Jesus...
Muy buen post manito , Dios te siga bendiciendo
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